Por: Asdrovel Tejeda
A partir del origen de las sociedades organizadas han existido métodos lineales con el fin de sustentar las formas de dominación, formando clases como regentes de estas.
Estas formas van de manera intrínsecas hacer del individuo , en la base de la pirámide social, el sostenedor a ultranza de los privilegios de los dominantes. Por eso, se han inventado un sin número de sistemas, a través de la historia de la humanidad, para estos fines.
Dos que han sobresalido en el tiempo, manteniéndose de manera permanente en la mente del ser humano sustentadas en sus carencias y en sus miedos.
Desde los tiempos de las cavernas se viene utilizando el «sentido» religioso, empleando lo espiritual, ante todo, sobre individuos fácilmente dominables a los que procuraron, cómo procuran, someter a sus designios con la impronta de los castigos y de su cercanía con los Dioses de sus panteones, de cuyo accionar son no sólo sus intérpretes, pero también, la escalera por donde pueden subir a sus dominios. Así, cada religión que ha existido, desde los principios, es una copia de la anterior, por ejemplo: siempre hay un resucitado: Zaratustra, Osiris, de las casi seis mil religiones y dioses que han existido, casi todos han sido resurrectos, como también en muchas había la existencia de una virgen con su hijo a cuesta. Sorprendente, no!!
Otra forma de dominación que se mantiene a través del tiempo, es la dádiva, los regalos, lo «toma lo tuyo» lo «dame lo mío»como forma de eliminar la dignidad intrínseca del ser humano para vivir con el sudor de su frente, que además, es una máxima religiosa, de las que algunos, dicen, que fue sentencia de Jehovah, al expulsar a Adán y Eva de los jardines del Edén. Por lo que, hasta en el sentido literal religioso, se entra en contradicción con lo eterno por vivir de recibir dádivas.
Es comprensible que en algún momento de la existencia se necesite de la ayuda de un organismo gubernamental o caritativo ( hasta de alguna ONG como hacen algunos) para poder sobrevivir, siendo responsabilidad del estado evacuar los medios de hacer esto posible; pero sólo por un tiempo prudente, hasta darle las herramientas para que retome el camino de la dignidad, generando los recursos vivenciales que le hagan posible sustentarse.
En la dictadura que fue, la de los largos años, se establecieron los parámetros de dádivas a la población llana y sencilla, esto estableció las bases que hoy copan las ansías de grandes sectores poblacionales » dame lo mío» incluso, para decidir elecciones, tanto das, tanto recibes, se olvidó la impronta de la responsabilidad civil, el pais, es un cerco de pedilones tirados a muertos que desde la mesa del dominoe, de la del billar, frente a una «vestida de novia» reclaman, con el sudor de sus manos, la dádiva que les permita seguir el curso de una vida que no viven.
De ahí, terminado el esfuerzo, van jubilosos a violentar a la fémina que les sirve como fábrica de muchachos, los que vendrán en el futuro a reclamar, con la mano extendida, abierta o empuñando un arma, lo que no aprendieron a ganarse con el orgullo del bien producido.
Dar sin ton ni son,por Pena, por lastima, por quedar bien o por ganarse un pasaje directo al cielo, no sólo contribuye a mantener al que pide pidiendo, pero además, se le quita la obligación al estado de hacer lo que está llamado hacer, invertir en la gente.
Las dádivas individuales sólo sirven para acrecentar la condición de indigencia , lo que además crea la puerta giratoria de dependencia de una generación a otra llevando a los individuos que las reciben a ser dependientes de la voluntad de su miseria.
Como colofón, el proverbio Chino ( algunos dicen de Lao – Tse = Tzu) » Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentaras para el resto de su vida».
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