Un comunicador, bocina del gobierno llamado Virgilio Féliz, dijo recientemente que «la maldita plaga son los motores y la mayor pandemia son los motoristas».
Esa desafortunada declaración ha levantado un tremendo avispero en el escenario político electoral.
Los partidos de la oposición de derecha (que son muy similares a los que están en el poder) le atribuyen esas declaraciones al presidente Abinader; mientras que los partidarios del gobierno desvinculan al primer mandatario de la nación de esas declaraciones.
Realmente, Abinader no fue quien pronunció esas palabras insultantes contra los motoristas; pero es muy oportuno el momento para responder la siguiente pregunta:
¿Cuales son las verdaderas plagas en nuestro país?
¿Son los motoristas una plaga en el país?
Claro que no.
Los motoristas mayoritariamente tienen esta labor como su principal fuente de ingresos económicos para apoyar a los suyos realizando un trabajo honesto y sacrificado.
Acusar a los motoristas, de plaga o de pandemia constituye una grave ofensa tanto a estos como a todas sus familias.
Por su trabajo, por sus servicios y su sacrificio a favor de sus familias y de sus comunidades, los motoconchistas deben ser respetados y admirados por toda la sociedad dominicana.
Y deben ser respaldados de verdad y sin politiquería de campaña electoral, por el Estado dominicano.
Y si algunos de ellos cometen hechos imprudentes conduciendo o si algunos usan su motor para cometer actos delictivos; sería una injusticia incluir de manera general al conjunto de motoconchistas en esas repudiables acciones.
Pero hay que reconocer que en nuestro país sí hay plagas que destruyen la salud y la vida de nuestro pueblo y esas plagas no son los motoconchistas, sino otros, entre los que se encuentran los siguientes:
1- Las compañías mega-mineras que, explotan nuestros recursos naturales, contaminando todo el territorio nacional, enfermando y matando a la gente humilde y exterminando nuestra fauna y nuestra flora
2- Las poderosas empresas nativas y extranjeras que explotan a la clase obrera en campos y ciudades a cambio de míseros salarios, sacándole hasta la última gota de sudor y sangre, sin permitirles su organización sindical.
3- Los presidentes de la República y los congresistas (salvo algunas excepciones) que emiten decretos, aprueban leyes, presupuestos, resoluciones y empréstitos contrarios al bienestar del pueblo y de la nación, al tiempo que reciben todo tipo de vergonzantes privilegios.
4- Los Ministros y Alcaldes que por lo general llegan a sus puestos con declaraciones de bienes abultadas y que desde esas posiciones acumulan fabulosas riquezas mediante la corrupción.
5- Verdaderas plagas son aquellos altos oficiales militares y policías (no todos) que se confabulan y protegen el narcotráfico y que cobran en los puntos de drogas.
6- Plagas son los oficiales del ejército que estafan a los haitianos para permitirles que entren ilegalmente al país.
7- Plagas son los jueces que ponen en libertad a grandes corruptos, mafiosos y narcotraficantes vendiendo sentencias.
8- Plagas son los altos funcionarios de Medio Ambiente y Recursos Naturales que a cambio de sobornos otorgan permisos a magnates de poder para deforestar nuestras montañas, extraer grava y arena del lecho de los riós, instalar barcazas contaminantes en playas y explotar minas en parques nacionales.
9- Plagas anti-humanidad y anti-nación, es el conjunto de comunicadores bocinas vendidos a todos los gobiernos como trapos viejos en el mercado de la pulga, para difundir mentiras y tratar de mantener a nuestro pueblo distanciado del conocimiento de la verdadera realidad.
10- Plaga perversa y maloliente es el conjunto de politiqueros que se vende al mejor postor de forma descarada y sin vergüenza alguna…Y también son una maldita plaga los compradores de votos y de conciencia utilizando por lo general recursos estafados al Estado dominicano.
Los motoristas de todo el país (exceptuando algunos pocos) son más honestos y trabajadores que todas estas plagas que aquí he señalado.
Y es muy claro, que existen otras plagas en nuestra sociedad.
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