Mi querido abuelo Ducho Martínez me instruyó en el arte de llenar crucigramas. Aparte de exigir un buen dominio del idioma y cierto grado de cultura general, llenar crucigramas requiere habilidades lógicas. Recuerdo el consejo más valioso que me dio en ese sentido: resuelve primero las partes más fáciles, luego podrás resolver con mayor facilidad las partes más difíciles. Así lo hice y el resultado fue muy bueno. Al resolver los pequeños acertijos iba agregando letras para resolver los más complejos. A veces la solución a estos últimos era la consecuencia directa de haber resuelto los sencillos.
Antes de tratar los complejos problemas que conllevan contar con un destino turístico técnicamente depurado, que encaje en los estándares de los destinos ya establecidos, debemos completar un inventario que garantice una estadía entretenida, segura y edificante para los visitantes. En el camino se va arreglando la carga, pero no podemos perdernos en divagaciones teóricas ni buscando aprobaciones burocráticas. La primera y más importante aprobación debe ser la de cada visitante.
En ese trayecto vamos y ya contamos con más habitaciones y con más espacios de diversión y entretenimiento. Hasta tenemos un “zipline” para el turismo de aventura. Esto es escaso en el país y nos da una buena presencia. Las nuevas estructuras de alojamiento nos permiten, junto a las tradicionales, una mayor capacidad de recepción de personas, sumando niveles de confort y entretenimiento. Recalco en los alojamientos tradicionales, pues a pesar de las críticas, tienen su encanto y lo demuestra la fidelización de decenas de visitantes que repiten su estadía en el mismo lugar, cada vez que vienen a Ocoa.
Las cabañas privadas de repente entran al mercado y se ponen a disposición de la gente, como quedó evidenciado en la pasada Semana Santa. Rancho Arriba apuesta por el turismo inmobiliario, con ofertas atractivas para segmentos de gran poder adquisitivo. Proyectos en La Bocaina, Las Avispas y Tatón, garantizan que una buena parte de la actividad turística se llevará a cabo bajo la modalidad ecoamigable.
Cabe resaltar la construcción del proyecto Arawakos Adventure Time, el cual augura un impacto significativo en el mercado ecoturístico dominicano y en la práctica del denominado glamping, es decir, acampar con glamour. Paso a paso, Odonnell Casado ha ido construyendo un proyecto que honra con su nombre el origen de nuestros aborígenes. Tiene la virtud de que se ha edificado de manera consistente, con alto sentido de la estética y la sostenibilidad.
Hemos crecido. Es que el turismo surgió con la práctica de viajar y visitar. Toda la estructura teórica que le adorna se fue construyendo por etapas. Así mismo, a ritmo constante se va construyendo un destino, fruto de la suma de todos los esfuerzos particulares y el apoyo oficial. Una vez que contemos con una apropiada capacidad de alojamiento, entretención y alimentación de alta calidad, entonces podremos trabajar en la estandarización, hasta donde sea posible. Ha sido la historia de los polos que ya se han desarrollado, no se detuvieron a prestar atención al pesimismo ni al exceso de tecnicismos. Los emprendedores hacen cosas; así de sencillo.
Cuando mis primos fueron premiados, a principios de los años 80, con un viaje a un campamento llamado Pineapolis, en Jarabacoa, todavía no había sido inventado por el arquitecto Héctor Ceballos-Lascurain el término ecoturismo, el cual surgió en 1983. Sin embargo ya Jarabacoa lo practicaba, sin ese nombre y sin conocer todavía principios ni regulaciones de pretendidos organismos élite. Arrancaron, fueron creciendo y hoy son catedráticos en el país y el mundo.
Basta con cumplir las regulaciones del Ministerio de Turismo y con ser cuidadosos de no violar la ley 64-00 sobre Medioambiente y Recursos Naturales. Después llegará el momento de preocuparse y teorizar. Lo que ha dado resultado es el emprendimiento, la visión puesta en acción. Como leí en alguna parte «action takers are money makers» (los tomadores de acción son generadores de dinero). Igual que Ángel Miolán, en los inicios del turismo dominicano. Como los visionarios de Punta Cana. Como todo el que ha logrado algo significativo en la vida: tapándose los oídos al exceso de teorías burocráticas e impidiendo controles arbitrarios, abusivos y pretenciosos.
En todo este proceso es conveniente la integración de organismos públicos y privados, que sean receptivos al crecimiento y que estimulen el emprendimiento. Dentro de poco los resultados hablarán por sí mismos, por encima de todo pesimismo.
Por suerte, el turismo exitoso es una de esas áreas que se han desarrollado por rebelión y no por imposición.
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