Lo que empezó como simples abusos policiales (desde el inicio de la pandemia) se fue recrudeciendo a la orden del día.
Debemos recordar el apresamiento del reportero Winston Ortiz, el exceso contra el Medico Ruiloba Castillo, el apresamiento y Vejamen de José Henríquez y del Abogado Ángel Pimentel, las galletas al joven deliveri del Colmado Báez, la muerte del Abogado Ray Castillo, las amenazas contra Julio Pablito y otros agricultores de La Horma por parte de militares del SENPA, de Medio Ambiente, en San José de Ocoa.
Recientemente trajeron unos agentes de llamada acción rápida, enmascarados con pasamontañas que detenían a los ciudadanos y les quitaban el dinero de los bolsillos y cuando estos se querellaban no había forma de identificarlos: así fue el caso del empleado del ayuntamiento (embellecedor de la ciudad) que le quitaron 5 mil pesos. a esto, se le suma los macanazos que le dieron a un menor (que les provoco lesiones) que era deliveri del colmado Super Frank, hecho denunciado y querellado por su padre Ramón Castillo y otros que Uds. pueden ver en las redes y muchos no los denuncian por miedo.
El caso del joven José Gregorio Custodio, golpeado y recluido en el destacamento de Ocoa y luego llevado moribundo al hospital viola la ley orgánica de la Policía Nacional, 590-16 y otras, en cuanto al uso proporcional de la fuerza, la tortura en los precintos, la violación de los derechos del reo, el respeto al debido proceso, el principio de aplicación de justicia, el sometimiento ante un juez ( en caso de algún delito menor o mayor), el derecho de los familiares a ver a su reo; por tanto, solicitamos al Presidente Luis Abinader, Ministerio Público, a la Judicatura y al Director de la Policía que profundicen las investigaciones para determinar las responsabilidades penales de los que actuaron en el apresamiento y en el destacamento, en las circunstancias en que fue golpeado y/o que provocaron la muerte de ese joven, por lo que su familia y el pueblo ocoeño están indignados y la sociedad dominicana asombrada.
Agregamos el caso denunciado por María Rodríguez en torno a la violencia ejercida contra su hijo Yeudy Lara por parte de agentes de acción rápida, cuando el joven intentaba agarrar unas palomas propiedad de la madre.
Queremos llamar la atención sobre el hecho, que llena de curiosidad, que en menos de dos años ya han trasladado unos 6 coroneles en la provincia San José de Ocoa, ¿pero como es posible?
A la vez resaltamos, que el pueblo ocoeño es un pueblo alegre y de paz; de amor, hospitalario, trabajador, estudioso y suficientemente valiente para desentrañar las verdades que ocultan las sombras del mal, de la barbarie, del odio que no tendrá cabida en el clima democrático y de libertades públicas que tanta sangre y represión ha costado a sus hombres: somos el Maniel, la primera comarca de hombres libres de las Antillas y nada ni nadie (ni políticos, militares o civiles) nos van a mancillar estas conquistas alcanzadas.
Enarbolamos la bandera de la paz y la amistad hacia los cuerpos policiales honestos y respetuosos de los derechos humanos, de la ley 59 y de la Constitución Dominicana.
Guiados por Dios, patria y libertad, el pueblo ocoeño seguirá siendo alegre, de paz y libre.
Unidos por la paz, el amor y la alegría, ¡¡¡siempre venceremos!!!
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