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SAN JOSE DE OCOA-Falleció en la mañana de este lunes, el distinguido munícipe y reconocido deportista Luis Ney Subero Cabral, Guicho, luego de varios meses aquejado de salud.
La funesta noticia la dio a conocer, al travéz de su muro de FB, Yasser Subero, uno de sus hijos, cuando publicó «Hoy te decimos un hasta luego papi viviste con humildad y amor al prójimo y moriste como un angel, te amaremos por siempre papi.»
Luis Ney Subero Cabral (Güicho)
El sábado doce (12) de septiembre del año mil novecientos treinta y uno (1931) nace en la Ciudad de San José de Ocoa el niño Luis Ney, fruto de la unión matrimonial de los señores Francisco Subero Sáber (de origen Libanés, nacido en Venezuela) y Eladia Dévora Cabral, oriunda de nuestro pueblo (fallecidos) siendo el menor de una familia de cinco (5) hijos procreados por la unión matrimonial Subero-Cabral y son sus hermanos Dignorah (fallecida),Homero, Farida (fallecida) y Sando Subero Cabral, este último igualmente fallecido.
Su niñez transcurrió de manera normal propia de la mayoría de los niños de su época y de su ambiente, entre las tareas y rutinas de estudiante, jugar y los quehaceres asignados por sus padres.
Realiza sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, alcanzando el grado de bachiller, egresado de la Escuela Normal semi oficial, estudiando en horario nocturno. Para entonces los estudiantes eran evaluados o examinados en Ocoa a fin de año por una delegación procedente de Baní y aquellos que quedaban con materias pendientes tenían que ir a aquella ciudad para resolver su situación, o mejor dicho, para pagar la materia pendiente.
Se inicia en la vida productiva formalmente como empleado de la entonces Secretaría de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones en la Ciudad de Santo Domingo, pero como persona amante de su pueblo, además de tener su gente aquí, venía todos los fines de semana, lo que deja bien claro que este ocoeño destacado jamás se ha alejado de su pueblo, y no por casualidad hoy por hoy constituye un símbolo de trabajo, hombre ligado desde siempre a las actividades comerciales, lo mismo que al deporte en sus años juveniles.
Cuando se va a Santo Domingo discurría el año 1961, pero resulta que sólo permaneció como empleado de Obras Públicas por alrededor de diez (10) meses aproximadamente, pues en mil novecientos sesenta y dos (1962) regresa a Ocoa para ya no salir jamás debido a que en ese año el señor Pepe Castillo le arrendó una panadería que a la sazón se encontraba ubicada en la calle Andrés Pimentel esquina Luperón, la que arrendó por un año, iniciando de esa manera una carrera ligada al comercio y de manera específica al digno negocio de la panadería, en el que permanece en la actualidad aunque no en la misma manera dada su edad y su estado de salud, y a cincuenta y cuatro (54) años de aquel arrendamiento, aunque ayudado por la familia, principalmente por su esposa y su hijo Yasser, la realidad es que don Güicho continúa dentro de su negocio.
Cuando consultó con su padre sobre la panadería de Pepe Castillo y le habló de sus planes de arrendarla éste no vaciló en darle su visto bueno, lo que hizo complacido y feliz ya que no se acostumbraba a ver lejos a su más pequeño fruto, por lo que como era de esperarse, no hubo inconveniente alguno al respecto.
Vencido el contrato con don Pepe Castillo, Güicho se ve en la necesidad de buscar una solución, por lo que decidió construir su propio local, lo que logró gracias a su esfuerzo y a su trabajo constante, edificando en el solar que le otorgara su padre la ya tradicional «Panadería Güicho», la que abrió sus puertas al público de manera formal en el mes de julio de 1964.
Mientras vivía en la residencia de sus padres, puesto que aún no tenía casa propia, opta por hacer un préstamo a la Asociación de Ahorros y Préstamos Peravia por un monto de cinco mil pesos (RD$5,000.00), pagaderos a 20 años, con cuotas mensuales de 52 pesos, los que pagó religiosamente, al punto que honró dicho compromiso mucho antes de lo pactado.
Sonriente, aunque algo nostálgico al recordar esos años dorados, nos cuenta sobre el precio del pan para aquella época, manifestando: «yo vendí el primer pan a un precio
de 85 por un peso y se vendía un saco de esos grandes de azúcar lleno de pan por 5 pesos, pero esos sacos cogían casi 500 panes».
El viernes veintinueve (29) de noviembre del año mil novecientos sesenta y tres (1963) se une en matrimonio a la distinguida dama ocoeña Lovelia Soto; dama ésta a la que había conocido en la escuela y de la que se enamoró y no descansaría hasta convertirla en su esposa, deseo que fue correspondido por ella, pues los dos habían sido flechados por Cupido, llevando a la realidad su hermoso sueño matrimonial en una vistosa ceremonia realizada en el templo de la Parroquia San José siendo casados por el Padre Arturo Mackinnon. Con la señora Lovelia Soto don Güicho va a procrear a sus hijos Mercedes Eladia, Luis Francisco y Yasser Manuel Subero Soto, todos dignos hijos de sus padres.
Pero resulta que la vida de este hijo de nuestra tierra no se circunscribe a los negocios y a la vida familiar de manera exclusiva; no, hay otra faceta en su vida que es de igual manera de ensueños y es en el aspecto deportivo, ya que Güicho Subero es sin la más mínima de las dudas uno de los grandes deportistas con que ha contado San José de Ocoa a través de los años y si lo ubicamos en su principal posición dentro del beisbol, que fue la de lanzador, hay que concluir necesariamente diciendo que nos encontramos ante un gigante del montículo, por lo que en el beisbol su estrella brilló de forma extraordinaria y sobresaliente.
Don Güicho se inició en el beisbol en el año 1944 jugando con el equipo «Futuras Estrellas», específicamente en el «play» ubicado donde hoy se encuentra el cuartel del Departamento Policial de San José de Ocoa y donde jugaba frente al combinado «11 de Enero», pasando en 1948 a jugar con equipos más grandes que jugaban en el local donde se construyó la Escuela Julia Molina (hoy Luisa Ozema Pellerano).
Jugando allí participó en el campeonato regional sur, siendo ésta la primera vez que Ocoa tomaba participación en dicho evento regional amateur, dirigido por Gallego Muñoz, un santiaguero que fungió como mánager del combinado ocoeño debido a que Ocoa no contaba con suficientes jugadores de ese nivel, por lo que sólo participaron 5 jugadores nativos, siendo además de Güicho Subero, Miguelo Subero, Vinicio Rojas, Chelo Núñez y Haim Soto.
El papel desempeñado por Güicho fue sencillamente espectacular y más que como lanzador también se desempeñaba como center field, y es que además de poseer un brazo privilegiado contaba con un bate respetado.
En ese primer campeonato de la región sur celebrado en mil novecientos cuarenta y ocho (1948) participaron San Cristóbal, Baní, Azua, San Juan, Barahona y San José de Ocoa, que dicho sea de paso quedó subcampeón de dicho torneo y Azua se alzó con el campeonato.
Su destacada actuación en el beisbol amateur doble A se desarrolló desde el 1948 hasta el 1962, exceptuando el año 1952, año en que se suspendió el campeonato debido a la celebración en Cuba de la Serie Mundial Amateur, en esa ocasión en su entrega XXXIII, siendo la calidad de don Güicho Subero tan evidente que le mereció ser seleccionado para ir como lanzador a reforzar el equipo dominicano en dicha mundial y en la que logró una buena participación.
Dentro del aspecto deportivo y muy especialmente en lo que respecta al beisbol, su deporte favorito, cultivó una carrera llena de éxitos y cargada de satisfacciones, las que
se ponen de manifiesto cuando lo vemos narrar, cargado de orgullo y alegría, los pormenores de su bella trayectoria, destacando entre sus más memorables momentos la vez en que se enfrentó al equipo representativo de Baní en el año mil novecientos cincuenta (1950) y le lanzó un excelente partido, sin permitir hit ni carrera (no hit no run) y como si todo aquello fuera poco, ese mismo día, pero en el juego de la tarde, bajó del center field y le tiró tres entradas más en blanco.
En el año mil novecientos cincuenta y uno (1951) se enfrentó al equipo de Haina que contaba con figuras de la dimensión de Mateo Rojas Alou (Mateíto) y Felipe Rojas Alou (ex jugador y ex manager de Grandes Ligas) y en nueve (9) entradas lanzadas apenas permitió un hit, ganando el partido una carrera por cero (1-0).
Del mismo modo recuerda que en el año mil novecientos cincuenta y tres (1953) se enfrentó al combinado de Nizao de Baní y le tiró nada más y nada menos que 17 entradas, perdiendo el juego tres carreras a dos (3-2), tras un error cometido por Titilo Sierra, que a pesar de ser lanzador, ante la escasez de jugadores y vista la duración del encuentro había sido colocado en la inicial.
Durante su brillante carrera se enfrentó a grandes equipos saliendo con éxito y por la puerta grande, como lo hizo cuando se enfrentó al equipo de la Marina de Guerra, ganándole en 9 inning al no permitir ninguna anotación; en la comunidad de Manzanillo se enfrentó al hoy inmortal del deporte Juan Marichal.
Es que ciertamente don Güicho tenía condiciones sobradas para jugar en el beisbol profesional, pues no por casualidad el equipo de Las Águilas Cibaeñas se interesó en sus servicios aunque la firma no prosperó debido a la negativa de su padre.
Sus importantes logros en la arena deportiva no han pasado de forma inadvertida, pues su labor ha sido reconocida, entre otras instituciones, por la Generación del Siglo XX; por el Comité Selección del Equipo Todos Estrellas; por la Asociación Deportiva y Cultural, Los Cañeros del Sur y por el Ayuntamiento del Municipio de San Cristóbal.
Pero además, en reconocimiento a su destacada labor y a su brillante carrera ha sido reconocido por la Liga Luis Lara de San José de Ocoa; por el Comité de Las Viejas Glorias del Beisbol de Azua, así como por la Asociación de Ocoeños Residentes en los Estados Unidos y los Ocoeños Residentes en el Exterior le dedicaron un torneo de softball celebrado en la Ciudad de Nueva York y aunque en sus primeros años solamente jugó beisbol, una vez retirado de éste se dedicó al softball, donde también se destacó.
El Ayuntamiento de San José de Ocoa, en un justo reconocimiento a su impecable trayectoria lo declaró Lanzador Derecho del Siglo XX, en acto celebrado el 27 de agosto del año 2000. Además, los primeros juegos municipales de San José de Ocoa, celebrados en el año 1985, organizados por la entonces Secretaría de Estado de Educación Física y Recreación (SEDEFIR) fueron dedicados a este hijo de nuestro pueblo. Por esas razones ya expuestas, al momento de llegar a Ocoa la antorcha de los Juegos Nacionales de Monte Plata 2006, los organizadores no vacilaron en escogerlo para que sea el primero en desfilar con la misma.
De manera que al hablar de este munícipe distinguido del pueblo de San José de Ocoa estamos hablando de uno de nuestros destacados hijos, de uno de nuestros mejores deportistas y al mismo tiempo a un destacado hombre de trabajo.
Aquejado de salud y de los achaques propios que consigo traen los años, don Güicho ve pasar los días en la quietud de su hogar, viendo su negocio prosperar de la mano de su benjamín, Yasser Manuel, el que ha seguido los pasos de su padre, no sólo en lo que respecta a los negocios, sino en varias facetas de su vida.
En la actualidad, como hemos dicho y en las condiciones indicadas, de la mano de su hijo y de su esposa, don Güicho no se ha alejado de su panadería, ubicada desde el 1964 en la calle Duarte esquina 27 de Febrero, en la que es normal observarlo junto a su adorada esposa Lovelia Soto, y al igual que ayer, sigue siendo una persona de trato agradabilísimo.
Tomado del Libro: «Cómplices de una Historia», del Mag. José Manuel Arias M.
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