Por: Greidys Joel Roa Chalas
La Constitución de la República Dominicana establece en su artículo 147 que “Los servicios públicos están destinados a satisfacer las necesidades de interés colectivo”, y que “el Estado garantiza el acceso a servicios públicos de calidad”, ese mismo artículo revela sobre cuáles principios debe realizarse la prestación de los servicios públicos, entre ellos están los principios de “universalidad y calidad”, que sean universales implica que los servicios públicos deben llegarle a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones, sin importar las diferencias sociales y personales de ninguna naturaleza; y que sean de calidad implica que estén orientados a identificar oportunidades de mejora continua para brindar un servicio que agregue valor al ciudadano y se sienta satisfecho con su uso.
Sin embargo, tal parece que la comunidad de Parra está fuera del universo a la hora de recibir el servicio público de comunicación vial, pues su carretera principal presenta condiciones de deterioro que la hacen prácticamente intransitable y pone en riesgo a todos los Parreros y demás ciudadanos que transitan por esa vía.
Parra es una sección del distrito municipal El Naranjal, del municipio San José de Ocoa, a la cual pertenecen 1,777 personas, de las cuales el 58 % (equivalente a 1,027 personas) viven en la comunidad, y el 42 % (equivalente a 750 personas) viven fuera de la comunidad, pero hacen vida en la zona. La principal actividad económica de esta demarcación es la agricultura, cuyos productos tienen que trasladar al municipio de San José de Ocoa, atravesando arroyos y el río que separa a esa comunidad del municipio cabecera. Pero no sólo trasladan sus productos, sino que sus moradores tienen que hacer la misma aventura para ir a los centros educativos, centros comerciales y a sus trabajos.
El deterioro de la carretera de Parra no es algo novedoso, sino que se ha caracterizado por ese mal estado durante varias décadas, pues según sus moradores sólo fue arreglada en las primeras gestiones de gobierno del ex presidente Joaquín Balaguer, y al pasar del tiempo el deterioro ha venido agudizándose al punto que más que una carretera se puede considerar como un camino vecinal.
Los habitantes de esta laboriosa comunidad han demandado en diferentes ocasiones que se les arregle su vía de acceso, demanda que no ha sido atendida por el Estado, en ninguna de las gestiones de gobierno del siglo XXI. La distancia de la carretera de Parra no conlleva inversiones cuantiosas al nivel de que desestabilice las finanzas públicas, pues apenas tiene 5.5 km de extensión, que van desde el sector La Barra (donde inicia) hasta los tanques de El Jobo (parte más alta de la carretera).
El distrito municipal El Naranjal, al que pertenece la sección Parra, tiene un padrón de 3,190 electores, según el padrón electoral 2020, de la Junta Central Electoral (JCE), de los cuales el 30.28% pertenece a Parra, equivalente a 966 votantes, es decir, personas mayores de 18 años.
La situación de Parra es una muestra de la escasa importancia que históricamente le han puesto las autoridades, incluyendo a moradores de la comunidad que en algún momento tuvieron el poder para gestionar el arreglo de la carretera de la zona que los vio nacer y desarrollarse, pero no lo hicieron. A Parra hoy en día se le conoce por tener personas trabajadoras, inteligentes y serviciales, pero no se le toma en cuenta para que sus problemáticas sean incluidas en el presupuesto nacional y se le brinden servicios públicos de calidad, como lo establece la Constitución de la República. En las últimas décadas esta comunidad sólo es visitada para recibir promesas en los procesos electores, cuando los candidatos a cargos locales, provinciales y nacionales necesitan los 966 votos que tiene esa sección.
Además del mal estado general que presenta la carretera de Parra, que hace ya común el polvo que tienen que recibir las viviendas, los daños en los vehículos, y el cruzar arroyo y río a pies, actualmente ese camino tiene un tramo en tal condición que constituye un peligro visible ante a la vista ciega de las autoridades, en ese tramo apenas cabe un vehículo a la vez..
Es evidente que a medida que pasan los días el río irá disminuyendo el estrecho espacio de la carretera, el cual está siendo amenazado con derrumbarse por completo. El peligro que representa este tramo carretero se incrementa aún más en horas de la noche, donde la oscuridad puede provocar que los conductores que no tengan conocimientos de la situación caigan al vacío y se produzcan accidentes fatales, pues la vista en las noches es una especie de “boca del lobo”.
Recomendaciones
- Es necesario corregir de inmediato el estrecho tramo carretero que está siendo amenazado por el río, antes de que cause tragedias, pero no corregirlo con parches, sino de manera definitiva. Para eso es necesario desviar la carretera a una distancia considerable del río, no menos de cien metros y hacer muros de gavión para evitar que el río continúe quitando espacio a la orilla de la carretera.
- Se requiere arreglo y pavimentación de los 5.5 kilómetros de carretera, desde la Barra a los tanques de El Jobo, para lo cual se necesita hacer ajustes en el presupuesto de la nación para el venidero año 2022.
- Los moradores de Parra deben empoderarse de sus derechos y deberes para que dejen de ver como dádiva lo que les corresponde por derecho y demandar de las autoridades la prestación de servicios de calidad cuyo carácter es universal, según lo establece la Constitución de la República, como lo son las vías de comunicación.
- Las autoridades Distritales y provinciales deben aunar esfuerzos para que las demandas de la comunidad de Parra sean escuchadas y ejecutadas de manera definitiva, no provisional como ha sido la costumbre durante varias décadas.
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