A propósito de las constantes denuncias de carreras de motocicletas clandestinas en San José de Ocoa, las cuales se han convertido “en verdaderos actos suicidas”.
Son varios los jóvenes que han muerto producto de estas carreras, dejando lutos en familias de esta provincia.
Las carreteras y caminos vecinales son los escenarios de la expresión más contundente por el desprecio a la vida. Asimismo, el dinero que se mueve en este entramado de muerte es cuantioso.
En estas competencias se apuestan cifras exorbitantes, algunas pasan de más de 100 mil pesos. Los llamados “pilotos”, que son jóvenes entre 14 y 25 años de edad, que conducen las motocicletas lo arriesgan todo para llegar a la distancia establecida y ser los triunfadores
Para ser ganadores se acuestan en el motor, van planchados como ellos llaman, llevan poca ropa, casi desnudos para que la brisa no le reste velocidad “van indefensos y sin ningún tipo de protección. Es como llegar al encuentro más cercano con la muerte”
Las carreras de motocicletas también ocasionan cada año decenas de muertos en su mayoría jóvenes, además, de los costos hospitalarios por internamientos. También han provocado que ciudadanos que van transitando por las vías, aceras, corran la misma suerte.
Consideramos que debe haber consecuencias para los promotores de estas carreras de muerte.
Estemos claros, estas competencias no se llevan a cabo a escondidas, se realizan a la luz del día, o cuando comienza la noche. Las autoridades lo saben, entonces deben cumplir su papel frente a este desafío. La presencia de agentes policiales para evitar estas carreras en estos lugares es urgente.
Comentarios...