Por: Cesar Medina
Hace unos días, el congresista norteamericano de origen dominicano, Adriano Espaillat –que lleva «cincuentidós inviernos ininterrumpidos en los Estados Unidos»–, consideró que el mejor funcionario que ha tenido nuestro país en Nueva York es el actual cónsul, Carlos Castillo, por su vocación de servicio a la comunidad.
No sé si se trató de un arranque de emotividad de parte de don Adriano –un líder de gran carisma y credibilidad en la comunidad hispana neoyorquina–, pero la verdad es que Castillo ha desbordado los límites de sus propias capacidades consulares para desarrollar una gestión de gran proyección humanitaria, comercial y diplomática.
Ha abandonado las tradicionales áreas de confort del Consulado para involucrarse con los sectores dominicanos que reclaman asistencia de todo tipo en operaciones comerciales relacionadas con las importaciones de productos dominicanos; ofrece asesorías y abre canales de comunicación a potenciales inversiones interesados en áreas comerciales dominicanas; se involucra en actividades sociales de su comunidad y se ha erigido en defensor de los inmigrantes de su país que confrontan cualquier tipo de dificultad.
En estas tareas ha encontrado el apoyo de los más prestigiosos líderes comunitarios de origen dominicano, no sólo como el congresista Espaillat sino también como el doctor Rafael Lantigua, con quienes ha trabajado de forma mancomunada en el último año con resultados que reconocen hasta los dirigentes de organizaciones políticas opositoras.
Durante las pasadas navidades y en las festividades de Año Nuevo, Castillo laboró incansablemente para participar junto a núcleos importantes de dominicanos en Nueva York y parte del liderazgo comunitario en actividades de asistencia social que aunque forman parte de la tradición dominicana les han sido ajenas a las autoridades consulares dominicanas. Fue esa una de las razones por las que el congresista Espaillat lo tipificó en una asamblea comunitaria reciente como el funcionario dominicano que más se ha empeñado en brindar asistencia y apoyo a sus compatriotas, «sin importar el agrupamiento político al que pertenezcan» …
… Le precede experiencia
Carlos Castillo fue por varios años Cónsul General en Puerto Príncipe, donde acumuló una gran experiencia en manejos consulares. Posteriormente fue senador en representación de su provincia, San José de Ocoa, y de allí pasó al consulado de Nueva York, al inaugurarse el presente período de gobierno del presidente Danilo Medina.
Como miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana, Castillo ha tenido destacada participación política, primero como diseñador de estrategias internas determinantes en algunas decisiones congresionales para destrabar tranques partidarios, así como para reunir mayorías calificadas al momento de votar leyes fundamentales.
En un año y tres meses que lleva en el Consulado de Nueva York, Castillo ha venido construyendo un gran liderazgo en la comunidad dominicana gracias a la identificación que ha mostrado con los grupos organizados y con sectores de la diáspora dominicana que reclaman su apoyo para iniciativas propias o cualquier tipo de emprendimiento o para pequeñas empresas que requieran el aval del Consulado.
Ha viajado al país con numerosas misiones empresariales norteamericanas e inversionistas interesados en identificar alternativas de exploración comercial en las áreas agroempresarial, energética, minería, forestalÖ Todos han sido recibidos por el presidente Danilo Medina y las expectativas han sido favorables.
… A propósito: Adriano
La prensa hispana en Nueva York destaca que el acontecimiento más descollante de la diáspora dominicana en el año que acaba de finalizar fue la juramentación de Adriano Espaillat como el primer congresista nativo de la República Dominicana en los Estados Unidos.
La ceremonia de juramentación fue celebrada el 3 de enero de 2017, recién comenzando el año que inauguraría la Presidencia de Donald Trump, y participaron los sectores más representativos de la diáspora dominicana a ritmo de güira y tamboraÖ El bloguero dominicano José Zabala resume el primer año de gestión de Espaillat como aceptable, aunque no se alcanzaron algunas metas en los planos políticos, deportivos, culturales, migración, desarrollo socialÖ «A pesar del gran esfuerzo que ha hecho don Adriano Espaillat para ayudar a nuestra comunidad».
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