Por Nóbel Mejía.-San José de Ocoa
Carlos Castillo, exsenador por la provincia San José de Ocoa y cónsul dominicano en New York, probablemente está enviando señales sutiles de un “acercamiento” a las filas danilistas, tal cual como vaticinamos en varias ocasiones o, al menos, sugerimos la posibilidad de una movida estratégica.
Castillo es de opinión, dejándolo saber públicamente, que el presidente Danilo Medina no necesita pasar por el cedazo de una modificación constitucional para procurar buscar la reelección. Sus palabras fueron recogidas en un diario nacional: “el efecto retroactivo de cualquier ley sólo se le aplica al reo; lo que aplica es de aquí al porvenir, lo no a la que había sucedido antes y el presidente Danilo Medina está en su pleno derecho, como cualquier ciudadano, de reelegirse nuevamente si él lo considera de lugar”. “No hay ningún impedimento, el transitorio que hay en la constitución, no le aplica al presidente Medina, tiene todo el derecho a reelegirse…”.
Una de las primeras cosas que dijo Castillo cuando asumió el consulado neoyorquino es que adoptaría el “estilo de trabajo de Medina”. En varios abordajes a dejado saber la gran admiración que siente por el presidente.
La afinidad de Carlos Castillo tiene dos lecturas: le conviene otro gobierno de Danilo Medina para seguir escalando en la diplomacia. Aunque el consulado en New York es una de las dependencias diplomáticas dominicanas más importantes en el mundo, se comenta en algunos pasillos que el cónsul aspira a “otros niveles superiores”.
La otra posibilidad es volver a las lides congresuales de la mano del presidente Medina. Opción última que no vemos de que forma se resolvería. Si Castillo se alinea con el danilismo, tiene que salvar varios muros: sumar a los leonelistas que lo abrigaron y catapultaron a la senaduría, muchos de los cuales han sido humillados por el danilismo; conservar a los danilistas que nada quieren con los leonelistas; Pedro Alegría, Félix Estrella y, posiblemente, Abraham Martínez, le serán un clavito en el zapato.
Ante una eventual candidatura del expresidente Leonel Fernández, dudo mucho que el leonelismo reedite a Carlos Castillo. Cierto o no, se comenta que los amores con el león no son los mismos de antes. Desde luego, un entendimiento “obligado” entre compadres es siempre posible.
Soy de opinión que la senaduría de San José de Ocoa no está en la mente o planes de Carlos Castillo, a menos que el presidente lo hale por las greñas o se presente una coyuntura donde su intervención sea urgente. La diplomacia le sienta muy bien y, de hecho, es un exquisito representante de los dominicanos en playas extranjeras. Si de algo sabe Carlos Antonio Castillo Almonte es de esos menesteres.
Aparte de visitarlo de tanto en tanto, tenga por hecho que el exsenador jamás pisará San José de Ocoa en pretensiones electorales sin estar muy seguro de ganar, independientemente de quien le proponga el regreso. Si retorna es para ganar mucho a poco y, de hecho, si las elecciones fueran hoy, el excongresista tiene altas posibilidades de pasar. Eso último será objeto de análisis en un próximo artículo.
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