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SANTO DOMINGO-El Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) y la Academia Regional Penitenciaria (ARP), firmaron hoy un acuerdo de cooperación académica, mediante el cual ambas entidades desarrollarán actividades educativas, de divulgación y orientación nacionales e internacionales, incluyendo capacitaciones recíprocas en las distintas áreas y materias de sus respectivas competencias.
Al valorar la importancia de este pacto, el Canciller Miguel Vargas expresó que tanto el Mirex como la ARP tienen el propósito de intercambiar voluntades para reciprocarse apoyo, en taras que les son comunes, a través de rutas convergentes que las conduzcan «por el camino de la solidaridad, incluyendo a dominicanos de la diáspora que atraviesan la amarga experiencia de estar presos en el extranjero».
Refirió que el acuerdo de cooperación no se limita a la parte académica y los vínculos de permanencia que se establecen, sino que abren camino a programas de cooperación de mayor calado «para satisfacer los requerimientos de países amigos que se valen de su diplomacia para agenciarse cooperación y asesorías que les ayuden a emprender reformas carcelarias a partir del modelo dominicano».
Vargas reconoció que la ARP es altamente valorada en los países de la región por sus alcances en el diseño de políticas públicas para la reforma penitenciaria, «constituyéndose en algo que he podido apreciar en mis múltiples viajes con testimonios de presidentes y cancilleres del hemisferio».
Resaltó que como resultado del esfuerzo realizado por la ARP para cambiar las cárceles dominicanas, «se ha logrado en poco más de una década huellas imborrables con la incorporación de más del 30 por ciento de la población penitenciaria a un modelo reformado que constituye un ejemplo incluso para países mucho más desarrollados y con niveles económicos superiores a los nuestros»
El acto de firma del convenio fue realizado en el Centro de Convenciones de la Cancillería, donde los titulares del Mirex y la ARP, Miguel Vargas y Roberto Santana, respectivamente, los que coincidieron en destacar la importancia de aunar esfuerzos tendentes fortalecer la visión positiva que tiene el Modelo de Gestión Penitenciaria en otras naciones latinoamericanas.
De su lado, Santana, afirmó que la unión de voluntades expresada en este convenio, «es la continuación de un programa exitoso de cooperación para la reforma penitenciaria en la República Dominicana, iniciado en el año 2003 junto a la Unión Europea y los reinos de España, Inglaterra e Irlanda del Norte, y los Países Bajos.
Sostuvo que luego del éxito alcanzado por el programa se acordó incluir la participación de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, los Estados Unidos de América, Haití, Honduras, Guatemala, México, Panamá, El Paraguay, Puerto Rico y San Martín.
Aseguró que la Penitenciaria promueve además la eliminación de la sobrepoblación y el hacinamiento carcelario, el establecimiento de infraestructuras físicas adecuadas, la erradicación de la violencia y la corrupción, así como la inclusión de programas integrales de atención a las personas privadas de libertad, sus familias, al personal y a las víctimas.
El Acuerdo
El Acuerdo establece que la participación de la Cancillería se realizará a través de su órgano académico, el Instituto de Educación Superior de Formación Diplomática y Consular (INESDYC), el que colaborará con la ARP en la realización anual del Foro Internacional de Expertos Penitenciarios y en el desarrollo del Aula Penitenciaria Latinoamericana.
También, que con la entrada en vigencia de este acuerdo, las dos instituciones serán responsables del diseño, gestión e implementación académica de las actividades que al respecto las partes tengan a bien llevar a cabo para la consecución del objetivo procurado.
Como forma de desarrollar el plan de acción, el Mirex y la ARP intercambiarán los docentes que estimen útiles y convenientes a la implementación de los objetivos del convenio, así como establecer los procedimientos pertinentes, para que sus respectivos cursantes tengan acceso a la información sobre sus fuentes bibliográficas.
Este acuerdo tendrá una duración de cinco años y se renovará automáticamente, salvo que una de las partes considere darlo por terminado, lo que deberá notificar por escrito a su contraparte en un plano no menor de cinco meses de antelación.
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