Las emociones son sentimientos muy intensos de alegría o tristeza producidos por un hecho, una idea, un recuerdo, etc. Estas son reacciones que de alguna manera experimentamos en el diario vivir. No obstante, muchas veces se tornan complejas.
En algún momento de la vida hemos sentido ira, alegría, tristeza, ansiedad o nerviosismo. En ese sentido, es preciso señalar que no siempre somos conscientes de las emociones que percibimos y mucho menos sabemos que un mal manejo de estas puede conducirnos a un bloqueo y en caso extremo a una enfermedad.
El pasado domingo cinco (5) del corriente mes, nuestro país celebró las elecciones presidenciales y congresuales, para escoger de forma democrática a las nuevas autoridades que dirigirán los destinos del país por los próximos cuatro (4) años.
Tal y como se había anunciado, la Junta Central Electoral emitió el primer boletín a las 8:30 p.m. Desde ese momento, todo el país supo que tendríamos otro partido en el poder.
Este evento se conoce como «la fiesta de la democracia» donde los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir y ser elegidos.
Este acontecimiento dio lugar a que un sinnúmero de emociones tanto positivas como negativas se apoderaran de los ciudadanos; unos alegres por el hecho de haber ganado, en cambio otros sumidos en la tristeza por el hecho de sentirse perdidos. Por otro lado, están aquellos ciudadanos cuyos empleos dependen de un partido político, pues a pesar de que el nuevo mandatario aún no toma posesión, la incertidumbre, desasosiego y desesperación irrumpen sus vidas al no saber qué pasará con ellos en lo adelante con relación a sus fuentes de ingresos. De igual manera, hay que mencionar a los ganadores, que, a pesar de haber trabajado para garantizar el triunfo de su partido, no entienden que no hay trabajo para todos, pero también están aquellos que sin ningún tipo de preparación académica aspiran a ocupar puestos de oficinas donde para nadie es un secreto que el éxito de cualquier empresa depende en gran medida de los colaboradores. En ese sentido, cada funcionario busca hacerse acompañar de personas que tengan las competencias para desempeñar efectivamente una función.
El hecho es que son muchas emociones encontradas y que solo el tiempo tiene el poder de subsanar. Mientras tanto esperar pacientemente hasta conocer el «librito» del nuevo presidente de la República, el licenciado Luis Abinader.
Dicho lo anterior es oportuno decirles a los jóvenes que no hay nada malo en tener sus preferencias políticas, sin embargo, es importante prepararse en lo secular, debido a que como dije anteriormente, cada funcionario quiere hacerse acompañar de personas competentes. Dicho de otro modo, aunque haya la intención de ayudar, se requiere preparación, pues estamos viviendo una época en la que como decía un respetado comunicador «hasta para barrer hay que tener ciertas habilidades».
Lo anterior no lo digo con la intención de desanimar, por el contrario, lo hago para crear conciencia y hacerles entender a todos que nunca es tarde para empezar. La vida continúa y cuando una puerta se cierra, otras se abren, por lo tanto, no podemos permitir que las emociones negativas nos invadan y nos afecten. Es necesario poner los pies sobre la tierra para entender que no siempre obtenemos lo que queremos, de manera que, si por alguna razón no se da lo que estamos esperando, debemos tratar de controlar las emociones, ya que no hacerlo puede provocar que salgamos muy lastimados. Mientras tanto esperar a ver qué pasa. Recuerda: pase lo que pase, siempre hay que buscar una razón para ser felices.
Les dejo con una frase de Martín Luther King que dice: «Si no puedes volar, corre. Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea. Pero hagas lo que hagas, siempre sigue hacia adelante».
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