Motivo de celebración el hecho de ver la banca dominicana tratando de alcanzar un mayor número de usuarios, eliminando procesos burocráticos y democratizando el acceso a los recursos de ahorro e inversión. Es una evolución que inició años atrás con la creación de los subagentes bancarios.
Al día de hoy es posible abrir cuentas de ahorro, depósito a plazo fijo (certificados financieros) y solicitar prestamos (con preaprobación) de forma online, es decir utilizando las Apps o sitios web de algunos bancos. De manera que no es necesario acudir a una oficina para diligenciar tales asuntos. Eso implica ahorro de tiempo y dinero porque descongestiona las sucursales y evita auto traslados con la consecuente contaminación ambiental y el gasto de combustibles. Añadir a eso que visitar bancos es como hacerlo al dentista, intimidante para muchos.
Una barrera importante es el analfabetismo digital, mucha gente “corta” a la hora de utilizar aplicaciones, plataformas web y demás vericuetos de las finanzas. Lo importante es que titirimundati tiene un celular y puede aprender porque es capaz de utilizar las redes sociales y otras herramientas digitales del entretenimiento.
Abrigamos la esperanza que suceda lo mismo en el mercado de valores (bolsa) y las aseguradoras de fondos de inversión (AFI). Para ingresar a un fondo de inversión o abrir una cuenta de corretaje en bolsa es necesario acudir a las oficinas de los agentes o brokers, una limitante que no existe en otros países. Cabe reconocer como paso de avance que, toda vez siendo clientes, podemos inyectar capital de forma online.
Otro tema soñado es la descentralización de la nómina pública, la posibilidad de que los empleados puedan recibir la paga en la cuenta de su preferencia en cualquier banco o la emisión de cheques como forma opcional. El plan de desarrollo del gobierno, en sus aspectos de tecnología y antiburocracia, debería considerar esto.
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