Por: Yurubi Pérez
Siempre se ha dicho “quien tiene un amigo tiene un tesoro”, y es cierto. Los que tenemos la inmensa fortuna de disfrutar de nuestros amigos somos inmensamente ricos, porque la amistad sincera es una de las cosas más lindas que existen.
Los amigos de verdad lo dan todo de forma desinteresada, sin preguntar, sin exigir. Están ahí siempre que los necesitamos ofreciéndonos un abrazo, enjugando nuestras lágrimas, compartiendo nuestras tristezas, nuestros fracasos y celebrando con nosotros nuestros triunfos y alegrías.
En ocasiones puede pasar tiempo sin que hablemos o mantengamos una reunión, pero sabemos que ellos están ahí, que la amistad y el cariño perduran.
Con el tiempo te das cuenta que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
“El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde”.
Justamente cuando: “Ya no hay tiempo”
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