Por: Marcos Soto Tejeda
El pasado 11 de marzo del año en curso, falleció en San José de Ocoa, el señor Rafael William Gonzales Sánchez, conocido popularmente con el sobre nombre de William El Surdo.
Dicho apodo era por su forma de lanzar y batear del lado izquierdo del home. Este amigo y deportista ocoeño era descendiente de distinguidas familias ocoeñas. Su madre se llamó Cristina Sánchez (Cristinita) que vivía en la calle Luperón próxima a la calle Altagracia.
En esa misma dirección, William con apenas 13 o 14 años comenzó a administrar un puesto de alquiler de bicicleta, propiedad de Ramoncito el Barbero, quien tenía su barbería en la calle Altagracia esquina Luperón. Además de su trabajo, William, era un aficionado al beisbol y le gustaba participar en los torneos juveniles entre los equipos del pueblo arriba y el pueblo abajo.
En esa oportunidad se jugaba en los patios (Play) con pelotas forradas de esparadrapos, bates de guayaba y guantes de lona de camión. A este meritorio ocoeño lo recuerdo con mucho cariño, por dos buenas acciones que realizó en mi favor, la primera porque me enseñó a montar bicicleta y la segunda porque en la postrimería de su vida me guardaba las sabrosas granadas de una mata que existía en el patio de su casa, durante algunas de mis visitas a Ocoa, en procura de informaciones para los libros que he escrito sobre nuestro pueblo.
Para esos tiempos mi familia vivía en la calle Duvergé casi esquina Altagracia, y por la cercanía con el referido puesto de alquiler de bicicletas, fue lo que facilitó que yo aprendiera a montar ese medio de transporte tan demandado por la juventud ocoeña de esos años. William formaba parte de una familia de varios hermanos, entre ellos Bienvenido Gonzales, prospero comerciante de la plaza, así como otro que fundó el Centro Turístico El Roble, ubicado en la carretera de Sabana Larga, administrado por el propio William, y porque no, también, Jorgito El Atorao, quien, con los sonidos de sus eructos, marcaba su presencia en cualquier lugar.
William deja un legado a su familia, de honestidad y responsabilidad en el trabajo.
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