Por Miguel Soto
La firma en el libro Verde tiene toda mi atención. Como dominicano interesado en un Mejor País, espero que se tomen las medidas correctivas para eliminar la corrupción pública y privada en República Dominicana.
Firmar debía ser motivado por visión ético moral del ciudadano sin importar su posición política o posición en algún estamento de Estado; no debía importar el Partido político al que estés afiliado y mucho menos si eres de derecha o izquierda, porque en cada uno de ellos encuentras el gusanillo de administrar de forma irresponsable los recursos del otro.
… Pero el libro pasó de verde a oscuro.
Todo se nubló con un Pizarraso.
La firma en vez de unificarnos, nos divide en corruptos y no corruptos, en serios y satíricos.
… No firmar te ubica entre los que apoya la corrupción, y firmar te coloca en la cera de los no corruptos.
Mentira, eso no es así.
En mi caso particular, llegar y recibir de saludo; «esos dos no van a firmar. Para ellos no hay corruptos», fue suficiente para si había alguna posibilidad de firmar, no hacerlo
Esa afirmación refiriéndose a mí y Ramón Encarnación cerró cualquier posibilidad de firmar en ese u otro escenario bajo esas condiciones.
El libro debió ser un instrumento de apoyo a cualquier iniciativa del gobierno en esclarecer los casos pendientes, fiscalizando la transparencia que los «jodidos» necesitan.
El verde debió significar emplazamiento al Estado en dejar que fluya la libertad judicial supervisando a quienes están a cargo.
El libro se convirtió en un instrumento electoral y más aun, en un arma desestabilizadora del orden institucional. El gobierno no es perfecto, pero el presidente Danilo Medina ha mostrado interés en dedicar tiempo y solución a problemas que, como la corrupción nos afecta desde la misma fundación de la nación.
El tema corrupción nació con la embarcaciones que nos colonizaron y se asentó con vende patria como Juan Sánchez Ramírez, Pedro Santana, Felipe Alfau, Buenaventura Báez y otros personajes que de explicar situaciones necesitaría 75 hojas de este medio para publicar.
La oposición NO es menos perfecta y, la credibilidad no está de venta en el Súper Mercado.
El libro debió convertirse en una invitación al Presidente Danilo Medina a proceder como estadista en la aplicación de justicia, pero el interés no es la impunidad, el interés es desacreditar y denostar, poniendo a prueba los poderes facticos y la posibilidad de desestabilizar el orden en cuestión.
Quiere decir que solo son moralmente correctos 389 mil dominicanos, que firmaron.
Todo el que está en el gobierno o voto por la actual administración es corrupto?
Creo que es momento de reconstruirnos en una democracia que requiere la unidad de los mejores intereses nacionales.
Creo que es correcto buscar la impunidad; pero firmar o no no te hace incorruptible.
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