Por: José Henríquez
El libro Versus Intimus, de Amores y Desengaños, publicado recientemente por el magistrado ocoeño Juan Isidro Minyety (zéze di Gabriel), podemos ubicarlo dentro del movimiento literario de las últimas décadas del siglo XIX.
Tal vez influido por el poeta español Gustavo Adolfo Bécquer, algunos contemporáneos como el Indio Duarte o poetas dominicanos como Fabio Fiallo o Héctor J. Díaz, cuyos amores y desengaños llenaron los contenidos de sus poemas en rimas; pero Versus Intimus no se inserta entre las corrientes vanguardistas del siglo XX, que revolucionaron la literatura a nivel mundial: el Realismo, el Surrealismo, el Futurismo, las Generaciones del 98 y del 27, el Postumismo, Boom latinoamericano…: el estilo de poesía de Neruda, de Alexaindre, Benedetti, de Borges y, en particular, en RD: el Postumismo de Moreno Jimenes, los Nuevos, Pedro Mir, Manuel del Cabral o el viviente Mateo Morrison, fundador del famoso Taller Literario César Vallejo, que enseñó a escribir poesías a muchos vates dominicanos de la actualidad. No debo ignorar a Alexis Gómez, (fallecido recientemente) que nos enseñó a escribir Haikus, un estilo poemático de origen oriental, pero modernizado por este poeta.
Es decir, que los poemas de Minyety, en rimas – algunos podemos definirlos como “Modernistas”, al estilo Rubén Darío; pertenecen a corrientes literarias del siglo XIX, ya superados, o sea, que desde los movimientos Realista, el Naturalismo, los Poetas Malditos (Verlaine, Rimbaud, Baudelaire), se produjo una ruptura con la rima, la métrica y con figuras literarias que sometían a los escritores a reglas rígidas (y gramaticales) que se usaron desde el Clasicismo hasta el Post-romanticismo, pero dejaron de usarse desde el Naturalismo hasta el Boom latinoamericano actual; y no es que sean incorrectos, pero sí rebasados… por no decir en desuso o anticuados.
En cambio, los poemas de Minyety siguen la misma línea romántica, en rimas, de Bécquer y del poeta dominicana Fabio Fiallo, incluso, en la versificación corta y en estrofas de cuatro versos, y poemas de una o dos estrofas o cuatro u ocho versos. Veamos un poema del libro Versus Intimus de Minyety y otro de Bécquer:
Tu Boca
He probado otras bocas,
Dulces y deliciosas.
Con olores a rosas
Y también natural.
Pero con tu boca,
Me pasan tantas cosas
Que en toditas las otras,
No he podido encontrar.
(Verso No. 4: debe decir naturales).
Ejemplo de un poema de Bécquer:
Como un libro abierto
Leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
Risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quitaste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre…
Y también lloro.
El poeta Juan Isidro Minyety, en su Versus Intimus, expresa con fuerza vital, con musa inspiradora, sus sufrimientos y desengaños en el amor, su melancolía. Bécquer también le escribió al amor y al desengaño: locamente enamorado de Elsa Guillén, quien lo abandonó, lo que le provocó una profunda depresión, y Costa Navarro, quien le fue infiel en el 1861, le provocó una profunda tristeza. La diferencia es que Bécquer es catalogado como uno de los poetas más románticos en rima, más grande de habla hispana, cuya virtuosidad en el manejo de las metáforas es incomparable.
En el libro Versus Intimus, del poeta Minyety hay algunos errores de signos de puntuación en la Pág. No. 3, verso No. 10 (ahí no va ese punto y aparte) y en el verso No. 14 tampoco. En la Pág. No. 5 verso No. 10, no va ese punto y en el verso No. 5 le falta la palabra que; en la Pág. 20, en el último verso, faltan los signos de interrogación; en la Pág. 25, verso No. 4, debe decir despacio, no de espacio. Hay otros errores que se los achaco a los digitadores y a omisiones del corrector de estilo de la editorial, los que se pueden corregir en una próxima edición… no es muy común, abogados o fiscales poetas, aunque debo mencionar al doctor Lupo Hernández Rueda (Jurista), uno de los grandes poetas dominicanos contemporáneos, Premio Nacional de Literatura. Minyety es, todavía, un artesano de la poesía; le queda un largo camino que debe recorrer para ser poeta, pero eso es posible. Así lo recomendó Julio Cortázar: “Un poema ha sido siempre un puente, como una música, o una novela, o una pintura. Lo que es menos nuevo es la noción de un puente que partiendo de un lugar habitado por esas novelas, esas pinturas y esas músicas, se tienda hacia otra orilla donde nada de eso ha llegado o llega verdaderamente”. Esta es la noción esencial de la poesía comprometida.
Quiero recordarle al poeta Minyety, que lo más importante de un libro es el contenido y la forma (signo y símbolo), no es el diseño o formato, la portada o el tipo de letras, pues los libros más famosos e importantes (y más vendidos) de la historia: La Biblia y El Quijote, se hicieron en papiros o impresiones tipográficas; pero lo primordial en la impresión de una editorial debe ser la corrección de estilo del libro a publicar. Mi sugerencia constructiva es que en una segunda edición de su libro Versus Intimus, le exija a la Compañía Editorial, un buen corrector de estilo que revise su obra. Las grandes editoriales como Editora Taller, Alfa y Omega, Santillana… tienen correctores de estilos que revisan las obras antes de imprimirlas, como primera condición sine qua non… porque la calidad no está en el precio del libro ni en la impresión de la editorial, sino en el “valor literario” de la obra, que lo determina el significado y el significante (contenido y forma).
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