Por Nóbel Mejía
Analizando por aquí, por allá y por acullá concluimos que la verdadera sangre nueva está muy restringida en el combate electoral interno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Tal situación es negativa porque limita el marco de opciones y se cierra a nuevas ideas.Visto el plano congresual, Esmeralda Mancebo es la auténtica novedad porque no tiene historial electoral ni de cargos ejecutivos de mediana o gran relevancia.
El domingo 6 de octubre es la convocatoria interna bajo el esquema de primarias abiertas o universales en el PLD y al timón de la Junta Central Electoral (JCE). Según padrón cortado al 31/08/2019, la cantidad de electores se eleva a 51,564 y tendrán derecho a sufragar en 130 colegios electorales distribuidos en 49 recintos. Según lista oficial de precandidatos publicada recientemente por la Comisión Nacional Electoral (CNE) del PLD, la provincia San José de Ocoa cuenta con ocho (8) aspirantes a diputación: Geovanny Arias, William Báez Figuereo, Ramón Calderón, Marcionilo Castillo, Esmeralda Mancebo, Abraham Martínez y Josefa Mejía (nena).
La joven Mancebo destaca como la verdadera sangre nueva porque el resto es fichas conocidas, bien sea en el tren gubernamental y/o con aspiraciones fallidas en el pasado. Marcionilo actualmente es regidor y Abraham fue diputado. William parece ser de la nueva guardia y, por ende, suena interesante y puede ser una opción a considerar pero, a decir verdad, tengo escasas referencias sobre su persona y no le conozco militancia o incidencia en el PLD.
Ser sangre nueva no necesariamente es indicador de ser el Arca de Noe donde los creyentes serán salvados. La importancia de esa realidad es dar paso al frescor de las nuevas ideas, aunque más adelante surjan las mañas de los viejos. Esmeralda convoca energías que, bien adoptadas, provocarían dos cosas que se proclaman con vehemencia: juventud y mujer en la cosa pública. Los jóvenes han demostrado una alta capacidad para revolucionar la manera de hacer política y, de hecho, tienen una visión futuro más amplia y conectada con las nuevas tecnologías y formas de la sociedad. La vieja guardia política se ha quedado entrampada en métodos arcaicos y muy tradicionales. La mujer ha demostrado tener una alta capacidad para “organizar la casa”, el desastre de los “hombres machos masculinos”.
Algunos alegarán que “más vale malo conocido que bueno por conocer pero practicar eso ha traído más dolores de cabeza que cosas positivas. Por mala suerte para la sangre nueva, la vieja atosiga y convence el cambio de oro por espejitos. San José de Ocoa es una provincia ecoturística que necesita elevarse a nuevos estadíos, pensar de forma alternativa. El cambio no necesariamente se decide en las urnas, comienza en la mente, en la toma de decisiones inteligentes, aquellas que dan paso a situaciones de alto impacto positivo, colectivo, sostenible y perdurable.
Josefa es de la vieja guardia, con aspiraciones pasadas truncadas, de mañas conocidas, ahora elevadas a su máxima expresión en sus discursos cargados de promesas paradisíacas. Ahora bien, es mujer y ser novato o ducho no necesariamente es sinónimo de ser bueno o malo. Está ahí, es una opción a pensarse.
En todo caso, necesitamos más mujeres corriendo por los cargos electivos congresuales. La exdiputada Esther Minyetti rompió el molde y espera por las nuevas damas que seguirán sus pasos. Esmeralda y Josefa tienen una cita con la historia.
Particularmente me interesa ver mujeres y jóvenes innovando el Congreso de la República. La suerte está echada, esperamos ganen los buenos. Por ahí veo que Yari Encarnación aspira en el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y, en su momento, escribimos acerca de Daris Núñez «la mariposa» por Alianza País.
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