Por Nóbel Mejía
Las principales figuras políticas que se han retirado del combate electoral se han montado en el carro de la reflexión, un nuevo movimiento político sentimental que cobra fuerzas y cuyos resultados pueden ser o no determinantes para el futuro de la provincia San José de Ocoa.
Excelente momentum para todos los que llevan años chachareando sobre la necesidad de que la vieja guardia de paso a la nueva, ahora referida como “sangre”, y a sus iguales que llevan años haciendo cola.
El exsenador Carlos Castillo es el único que no ha entrado en la ola. El retiro de este y de los otros no necesariamente es producto de una reflexión pero apoyar o no en una dirección si puede ser fruto de ese estado sentimental. Sabemos que su inclinación nacional es danilista y, ahora, bajo el plus gonzalista. El diplomático no ha dicho que rumbo tomará en el ámbito local. Todo parece indicar que se mantendrá al margen durante el primer combate (las primarias) pero se espera incline balanza en favor del candidato habilitado para el segundo combate (elecciones generales). Castillo dejó entrever caminará con Félix Estrella pero no especificó en que momento y, por ende, es a riesgo de que este gane o pierda en ese enfrentamiento inicial.
El senador Pedro Alegría reflexiona porque puede moverse sin mayor dificultad en cualquier dirección pero Carlos Castillo tiene el juego trancado o, al menos, no puede darse el lujo de ese respiro con altas posibilidades de dar un gran susto. El exlegislador está “atrapado” en la corriente danilista, con poca o ninguna posibilidad de ganancia fuera de ella.
Independientemente de que fuerzas mayores obligaran decisiones, me parece que Castillo, al igual que Pedro, no realizó cálculos correctos. El exsenador abrigaba la esperanza de la reelección del presidente Danilo Medina y dudo mucho pensara en la posibilidad de su amigo Gonzalo Castillo. Sin ánimos de especulaciones o sortilegios, si Carlos fuese precandidato sería la ficha de Gonzalo en San José de Ocoa. Desde luego, no hay bolas de cristal en esos menesteres. En un escenario de tal naturaleza Félix Estrella no tendría parte ni suerte porque Danilo también sería carlista hasta la tambora.
Si el movimiento gonzalista triunfa en las primarias sería beneficioso designar a Carlos Castillo para dirigir la campaña a nivel provincial, alta posibilidad para que se lleve a cabo la anhelada caminata con Félix, si es que este gana la candidatura a senador. Si los gonzalistas también ganan las generales el cónsul seguirá subido en el palo, sabe Dios si hasta colocado en una instancia de alto nivel en territorio dominicano. Si Leonel gana Carlos entrará en una etapa difícil de su carrera política, sin cargos y con poca o ninguna incidencia en San José de Ocoa. Panorama último que puede cambiar si años más tarde reflexiona y vuelve a su antigua casa leonelista.
Pude leer en una red social que tanto Pedro como Carlos se integrarán próximamente a la campaña interna en favor de Gonzalo y los precandidatos locales del danilismo. En tal caso se podría concluir que la reflexión es un punto de inflexion. Visto los hechos, una decision así no sorprendería, es natural y lo que se espera pero complica e implica en relación a los opositores internos y externos, así como el futuro político de ambos. Además de lo nacional, si piensa retornar en 2024, no todos los escenarios locales le convienen a Castillo.
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