Por: José Henríquez
Existe un viejo debate entre los historiadores sobre los enfrentamientos de los dominicanos en contra del ejército invasor haitiano en El Memiso y el Arroyo El Perico o Comay Juana, el 13 de abril.
Un ejército de unos 10 mil hombres haitianos encabezados por Charles Hérard llegó hasta Azua, provocando que el general Pedro Santana se retirara a Baní con poco o más de 2,500 patriotas. Algunos historiadores santanistas (Demorizi, Balaguer) dicen que fue una retirada táctica, pero otros plantean que el General Santana negoció con los haitianos para que éstos continuaran a la capital.
Lo cierto es que el general Antonio Duvergé, Felipe Alfau y Bustamante, el coronel Cheri Victoriá, José María Martínez, entre otros, enfrentaron victoriosos a ese numeroso ejército haitiano en El Rodeo de Azua, Las Barías, en El Memiso y el Arroyo El Perico o Comay Juana de El Pinar, El Maniel-Ocoa.
Otro debate protagonizado por el Dr. Joaquín Balaguer y el historiador Gustavo Mejía Ricart fue en torno a la definición y/o valoración del enfrentamiento heroico de los pinaleros en el Memiso y en El Perico. También el general José M. soto Jimenes y el general Ramiro Matos ofrecen una definición, sobre dichos enfrentamientos, desde el punto de vista técnico – militar, muy apropiada.
Por un lado, el Dr. Balaguer planteó sobre el enfrentamiento de El Memiso: “Fue El Memiso tal vez la página más heroica de la primera campaña contra Haití por la intrepidez que en esa acción demostró el soldado nativo que combatía con el pecho desnudo frente a las tropas (haitianas) bien equipadas y minuciosamente superiores… (El Centinela de la Frontera, J. Balaguer, Pág. 44; O.C. por A. Read, Pág. 62, O. inédita). Por el contrario, el historiador Gustavo M. Ricart planteó sobre el combate de El Pinar: “Un simple incidente” y sobre el enfrentamiento de El Memiso. “No revistió importancia… juegos de ingenio patrió tico”… (Gustavo M. Ricart: Historia de Sto. Dgo., Pág. 398, citada por A. Read, pág. 62, O. I.).
Los generales e historiadores J. M. Soto Jimenes y Ramiro Matos definen, acertadamente, el enfrentamiento de El Memiso: “El Memiso puede definirse en definitiva como modelo de emboscada en gran escala, o más bien como un complejo de emboscadas escalonadas”… (O. C., A. Read, Pág. 64, O. I.).
Aunque la Academia de la Lengua Española define la batalla como: “enfrentamiento entre dos ejércitos”; la definición apropiada de los enfrentamientos de El Memiso y El Perico o Comay Juana, debe ser como Guerra de Guerrillas (en el sentido más amplio definido por el Che Guevara en su manual de Guerra de Guerrillas) porque se escenificaron en terrenos irregulares, montañosos, entre un ejército regular numeroso (el haitiano) y un grupo de hombres, cien y pico en El Memiso, 40 en Comay Juana, y según el coronel Cheri Victoriá, encabezados por José María Martínez, en subgrupos, que en escalonadas emboscadas con lanzas, piedras… (Che: “en movimientos constantes”) los derrotaron, impidiendo el paso de ese ejército haitiano hacia Ocoa – El Maniel, cuyo objetivo final era cortar por ahí para llegar por lo que hoy es el Cruce de Ocoa o por Galeón (saliendo por las montañas de Los Martínez) hacia Baní; pero los heroicos patriotas, en el Memiso y Comay Juana, reforzados por la cooperación logística de los manieleros, a pesar de 5 deserciones, lograron la victoria.
Para terminar, justo es decir que, contrario a lo que plantea Gustavo M. Ricart; si los enfrentamientos de El Memiso y El Perico Comay Juana fueron “escaramuzas” sin relevancia, no estarían tantas veces referidos, elogiados y/o investigados (para denostar o admirar) por los historiadores dominicanos y por el mismo M. Ricart… Lo que define el valor histórico de una batalla no es la cantidad de hombres enfrentados a un numeroso ejército – “no impartan los medios sino el fin” -, los resultados, el éxito, como lo fue la batalla de Troya… y la cantidad de bajas del ejército derrotado le da el valor de heroicidad de las batallas de El Memiso y El Perico, guerra de guerrilla exitosa o batalla irregular: estas serían las mejores denominaciones.
Sobre la definición de la Real Academia de la Lengua Española sobre batalla, creo que hay que redefinirla o modificarla para adaptarla a la actualidad porque esa definición se refiere al enfrentamiento de dos ejércitos regulares (de las edades Antigua, Media, Contemporánea…) en un enfrentamiento, en un terreno, con armas o cuerpo a cuerpo; pero actualmente, por la avanzada tecnología, se puede ganar una guerra contra un masivo ejército regular con un centenar de drones o aviones de guerra no tripulados, como los SU-24 ruso… o misiles teledirigidos de alto alcance; dirigidos, todos electrónicamente, gracias a la “era tecnológica e inteligente del Milennial” (sociólogo F. Cordeiros); o sea, que la Real Academia debe redefinir los términos batalla y escaramuzas.
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