Por Nóbel Mejía
El diablo es sucio y la actividad político electoral parece fue un invento surgido en las entrañas del mismísimo infierno. Las amistades y enemistades son relativas, coyunturales y hasta negociables, pena de los hijos de machepa que se pelean a muerte defendiendo lo que ellos suponen son líderes. Es así como vemos aliados distanciarse por nimiedades salvables en mesa cuadrada a ritmo de una buena taza de café.
Dos estimados colegas de la comunicación me han recordado o corregido que es imposible el apoyo del alcalde del municipio Sabana Larga Juan Antonio Castillo (Juanan) al exalcalde Pedro Castillo (Pedritín). De hecho, se da por cierto que el también exalcalde Milton Brea (Petro) fue introducido en sus aspiraciones oficialistas nada más y nada menos que de la mano de Juanan. En palabras de uno de los comunicadores, Pedro y Juan Antonio son enemigos mortales. Un distanciamiento que ocurre a raíz de que el segundo canceló un importante empleado dejado por el primero en el ayuntamiento. Supuestamente ese trabajador utilizaba ayudas diciendo que eran a nombre de Pedritín. Cosa de niños que se roban juguetes y caramelos entre si. Si fue cierta la acción de ese empleado, estuvo muy mal el abuso de confianza.
Visto los hechos, aclarada la situación, se intuye que el traicionero es aquel que no supo corresponder el apoyo y resolver la situación con el diálogo, tal cual lo hacen los buenos amigos. Desde luego, Pedritín fue muy inocente si creyó que la gestión peledeísta le dejaría su gente en el ayuntamiento. No es secreto para nadie que los partidos y compañeros ejercen presión directa e indirecta para obtener los cargos y, de no ponerse asunto, las facturas son un hecho. A todo eso debemos agregar que la “hermandad electoral” entre ambos fue a contracorriente, no fruto de alianza partidaria. Quiérase o no, ambos son traidores porque apoyaron fuera de la línea de sus partidos. Desgraciadamente, nuestro sistema otorga premios y alabanzas a estos supuestos líderes.
Nos preguntamos entonces, ¿por qué Juanan no enfrenta su enemigo directamente?, ¿acaso teme la derrora directa y, por ende, la veguenza pública del traidor derrotado por su antiguo hermano?, ¿por qué hacerlo a través de un muerto político?. Si, porque Petro murió hace rato, no queriendo decir con ello que su gestion haya sido mala.
El precandidato oficialista a la alcaldía del muncipio Sabana Larga Milton Brea ha de estar con la sonrisa de oreja a oreja pero le tengo dos malas noticias: lo están utilizando como rata de laboratorio y, si las cosas se dan, será un alcalde títere de Juanan. Lo otro es que la gestión de Pedritín fue de grandes ligas, quizás superior a la actual. En el mejor de los casos, si están a la par, lo que es igual no es ventaja. Se avecina un choque de trenes pero hay que hilar muy fino para derrotar a Pedro Castillo. Los que gustan de la gestion de Juanan no necesariamente anhelan el retorno de Petro y, por ende, se puede perder apoyo en las bases. Más de uno correrá a los brazos de Pedritín.
Hay que estar vivo para ver cosas y esa gente de un lado y otro es capaz de vender su alma al diablo…
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