Por: José Henríquez
Cesare Lombroso, destacado médico y criminalista italiano, planteó que los criminales son natos, que la genética determina el perfil del un criminal en potencia, pero además, aceptó que las condiciones económicas y el escenario social inducen a la criminalidad o el delito común.
Las autoridades deben tomar en cuenta lo anterior a la hora de plantear la ejecución de un Plan de Seguridad Ciudadana, en un momento (actual) en que la delincuencia común y la criminalidad están pisando los talones del Poder Político en República Dominicana. Un ejemplo de esto es el reciente atraco contra un mayor que custodiaba la casa del suegro del Presidente Danilo Medina, protagonizado por una jovencita de menos de 22 años, un tal Tiqui Tiqui, quien murió en un enfrentamiento con la P. N. y un tal Falacia, de apenas 19 años, quien tiene una bebé de 10 meses de nacida…
Señores ¿Cómo es posible?
Debemos felicitar al Director General de la P. N., Ney Aldrin, por lo rápido que resolvieron ese caso; pero más que esto, las autoridades deben ejecutar el famoso Plan Preventivo de Seguridad Ciudadana, cuyo presupuesto está aprobado, y si este no da resultado, el gobierno debe acudir al Plan de Control de las Calles del ex alcalde de New York Rudolph Giuliani, que ha dado resultado en varios países…
Pero ¿Cómo es posible?
También hay que modificar el Código Penal, aprobándose el cúmulo de penas y la cadena perpetua, y si todo esto no resulta, o Dios no mete su mano, pues tendremos que resucitar al General Ludovino (De cuando Trujillo) o que el gobierno contrate a Batman, a Super Man o a todos los Super Héroes para que la criminalidad y la delincuencia – en nuestra ciudad Gótica – no destruyan a los hogares dominicanos…
Señores, ¡Y eso, es posible!
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