Por: Rey Gerónimo.
Al empezar éste escrito quiero aclarar que: mi intención no es, repito «No es» ofender o denigrar a nadie, los adjetivos peyorativos enfocados particularmente me los reservo, mi intención es; arrojar luz y hacer un llamado a la reflexión y aclarar las intenciones que deben acompañar a un futuro buen funcionario público.
En San José de Ocoa en los últimos meses una enfermedad a contagiado a muchos, se llama «aspiraritis aguda» ya son casi 200 los casos confirmados y sigue aumentando, 200 son las personas que quieren ostentar un cargo político en nuestra provincia, más yo como pensador crítico y objetivo debo hacerme las siguientes preguntas, a la mayoría:
¿ Los mueve la vocación de servicio o las ancias de lucrarse con las arcas del estado?
¿ Están en la capacidad de ejercer en la función a la que aspiran?
¿ Son personas con una obra social que se pueda exhibir?
Creo que en más del 90% de los casos, las respuestas a mis interrogantes son negativas, pues a la mayoría no los mueve la vocación de servicio por su comunidad o provincia, sino que son movidos por un deseo desmesurado de conseguir riquezas, el ejercicio de la política para muchos de ellos, se ha convertido en su banco personal, el cuál utilizan cuando el bolsillo tiende a tener escases.
Muchos de los que hoy aspiran, no tienen conocimiento de: que harán cuan sean elegidos, muchos quieren ser regidores más no conocen la ley 176- 07 que habla sobre el presupuesto participativo de los ayuntamientos, quieren ser senadores y diputados o lo que es lo mismo » aprobar leyes» y desconocen algo tan mínimo como: cuantos artículos y disposiciones posee nuestra Constitución.
Más para no alargar mi escrito, ni tampoco ser tedioso para con usted, quiero exhortar a la República Dominicana especialmente a la provincia de San José de Ocoa que: empecemos a tomar conciencia y aprendamos a votar por propuestas, no por cara bonita, ni 500 pesos( los que te multiplican por 1,000 en 4 años), sopesemos bien a quién le daremos un voto de confianza, para que luego no nos lamentamos.
Termino éste escrito con mi frase celebre:
«El dinero no da, lo que la ignorancia nos quita»
Comentarios...