Por: Rey Gerónimo
En el día de hoy 29 de marzo estoy de cumpleaños, 23 de hecho, agradecido estoy de mi Dios por permitirme un año más de vida, por llenarme de alegría en un día tan especial, agradezco a éste ser divino el haberme permitido tener un encuentro con él en el año 2017, cuando matices oscuros inundaban mi vida.
Más hoy no todo es alegría, pues mis ojos se llenan de lágrimas cuando miro atrás y recuerdo el cuerpo frío de mi padre, quien murió cuando sólo tenía 11 años.
Salvador Gerónimo me enseñó muchas cosas que han estado conmigo hasta el día de hoy, sus consejos fueron las bases que forjaron mi carácter, nunca como hoy valoro tanto aquellas » tundas» que en ocasiones me tocaron de su parte, pues ahora comprendo aquél viejo proverbio que dice: «quien ama corrige» también recuerdo aquella frase que hizo suya y día tras día me recitaba » un hombre sin palabra, no es un hombre»
Hoy también debo agradecer a mi madre: Josefina Mordán, mujer de un valor incalculable que a sido padre y madre en las diferentes etapas de mi vida, gracias a ella hoy soy un hombre de bien, hoy puedo exhibir mis títulos y condecoraciones al mérito, es imposible resolver la ecuación de mi vida, sin la variable » madre».
Mis títulos de maestro, locutor, periodista y todo lo que pueda exhibir, son insignificantes frente a mi Dios, todo lo tengo por basura, pues todo se vuelve insípido sin Dios en nuestras vidas, gracias querido lector, gracias por brindarme tu tiempo y compartir conmigo éste momento, ahora quiero regalarte mi mejor presente:
«Jamás te alejes de Dios y tu familia, ellos son los que dan el frente, cuando los demás te dan la espalda»
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