Por Omar Ureña
Estas imágenes son de un lugar llamado El Canal perteneciente a la comunidad de Rincón del Pino en la parte norte de la provincia de Ocoa, donde el padre Luis Quinn reforestó con esmero la zona y que hoy fruto de la ambición desmedida de personas inescrupulosas presenta este cuadro desolador.
Hace algunos días pude leer una información en el periódico local Ocoa en Red, acerca de la prohibición que hizo el ministerio de Medio Ambiente sobre la tala, chapeo y corte de árboles, lo que indica con ésta imagen claramente que aquí no se respeta la autoridad competente.
La ineptitud, la falta de compromiso y el abuso de poder hará que nuestros bosques desaparezcan, con estas acciones ponemos en riesgo la vida, toda vez que este crimen hace que disminuya la posibilidad del agua, un bien finito imprescindible para la preservación del ser humano.
La siembra de cultivos agrícolas básicamente de plantas de aguacate, ha despertado la ambición desmedida de sicarios de la naturaleza, frente a esa situación las autoridades están vueltas un saco de PIPI.
Sea quien sea que esté cometiendo este delito medioambiental, debe ser rigurosamente investigado y sometido a la acción de la justicia para que responda por su indelicadeza.
El medio ambiente es el único hábitat que tenemos los humanos, destruirlo es socavar la vida de las diferentes especies que en él habitamos. Si no existe un régimen de consecuencias de nada servirá nuestras preocupaciones por frenar la autodestrucción de la raza humana.
¡Si ombe sí!
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