Por Ricardo Sánchez
El llamado Mes de la patria acaba de concluir, un mes en el que conmemoramos con orgullo varías fechas de importancia para nuestro país incluidas entre ellas el natalicio de 2 de nuestros patricios y la separación del pueblo haitiano por quienes fuimos gobernados durante más de 20 años. El 27 de Febrero se conmemora en todo el país el día en que nos convertimos en una nación Libre, Soberana e Independiente de toda potencia extranjera.
Son comunes y tradicionales para estas fechas los actos conmemorativos, las ofrendas florales y las marchas de estudiantes que con orgullo representan diferentes personajes de nuestra historia independentista, más aún es casi de carácter obligatorio ver a nuestras autoridades políticas participar y encabezar dichos actos, pero viendo la realidad de política y social de nuestro país me pregunto.
¿Somos verdaderamente independientes, o somos un país político-dependiente?
Somos Independientes de toda potencia extranjera, sin embargo la clase política dominicana nos ha sumido a lo largo de los años en un proceso de dependencia, si así mismo, somos políticos dependientes porque ellos, los políticos, se han encargado de crear un país clientelista y dependiente, dependiente de las dádivas, de las famosas “ayudas”, del favor del político, del empleo que sólo el político puede conseguirte y en muchos casos hasta de la “Salud” que solo la mano influenciadora del político puede proveernos a través de las recetas, los estudios e intervenciones que la clase pobre no puede sostener.
La dependencia política hace que hasta la dignidad del ser humano deba pasar a un segundo plano en ocasiones donde hay que sobreponer al estómago y la salud sobre la vergüenza de las solicitudes, hacer largas filas en busca de “la fundita” que resuelve el alimento digno de 2 días es algo común en nuestras provincias, las imágenes de políticos haciendo entregas desde un machete hasta, un pollo, un electrodoméstico o en los casos de los más afortunados una vivienda son comunes en nuestras redes sociales y medios de comunicación.
Año tras año nuestros presidentes en sus discursos resaltan el número de personas que “logran sacar de la pobreza” pero año tras año las largas filas en fechas como Noche Buena, día de reyes o el inicio del año escolar presentan la otra realidad, la realidad de los políticos “bondadosos” extendiendo su mano hacia los más necesitados entregando las famosas ayudas que, dicho sea de paso, se realizan con el dinero de nosotros, sí de nosotros esos que pagamos los impuestos.
Donde quedan las políticas públicas que nos permitan vivir dignamente sin la dependencia política clientelar obligatoria, donde quedan los empleos públicos y muchos de los privados en donde no tenga que intervenir la divina influencia del político, donde queda la independencia del dominicano cuando evidentemente somos Político-Dependientes, y no por elección propia sino por obligatoriedad.
Como escribiera Cesar García Muñoz en 2013 «El clientelismo es, no nos engañemos, una variante o sucedáneo de la corrupción».
Cierro con esta frase de nuestro Juan Pablo Duarte para que reflexionemos, pues a veces los traidores no son extranjeros, más bien son Autoridades Electas o Nombradas.
“Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”.
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