OCOA-Hace 36 años que dos docena de higo, un pequeño caldero y un anafe en la casa de Dolores Arias (Lolín) iniciaron una tradición de sabor y dulzura en San José de Ocoa.
Ubicada en la prolongación Salvador Alcántara no.8 de esta provincia, doña Lolín como le llaman, se ha convertido en la amante de las mezclas de dulces que adoran no solo los ocoeños sino gran parte de los ciudadanos dominicanos que desde Bonao, La Vega, Santiago y la Capital hacen pedidos.
Además, Lolín se roba los corazones de quienes esporádicamente visitan su dulcería, tal es el caso de «Josefina» nombre ficticio, quien anhela regresar a Ocoa para saborear las delicias que con tanta ternura prepara esta repostera, que a pesar de no tener un título no la valide, sus años de experiencia la han llevado a adquirir un máximo dominio de este arte.
Su cara refleja paz, ternura y pasión por lo que hace. Al ser entrevistada por la Fundación Sabores Dominicanos, el brillo de sus ojos muestra su alegría al saber que su quehacer gastronómico será plasmado y conocido por cientos de lectores.
Su fuerte es el dulce de higo en conserva, seco y relleno de dulce de leche. Esta fruta es típica de Ocoa y de gran consumo en el mediterráneo, considerada nutritiva y poseedora de cualidades medicinales. Además que en el libro de «Éxodo», los higos forman parte de los frutos que los exploradores de Canaán presentaron a Moisés. De ahí que fueron también un alimento esencial para los griegos.
Según algunos escritos históricos, los higos fueron el manjar predilecto de Platón, y hasta Hipócrates lo consumía, por ello se le denomina como la fruta de los filósofos.
Lolín manifiesta que «aquí llega todo». Los higos son suministrados por productores del distrito municipal La Ciénaga, lugar donde más se producen, aunque en la mayoría de las casas de los ocoeños se encuentra el árbol que da este fruto.
«Para hacer un dulce de higo se requiere de dedicación. El proceso de pelearlos, ablandarlos, conservarlos y luego proceder a la preparación conlleva mucho tiempo y gasta mucho gas», añadió.
Aparte de sus tradicionales y deliciosos dulces de higo, Lolín elabora naranjas rellenas, en conserva y en pasta; coco con leche, coco tierno, jalao, bola de piña, lechosa con piña y almíbar; así como cocada, maní con leche, cajuil y cereza.
Todos ellos se venden en bandejas de una libra y los precios oscilan de 100 a 450 pesos.
Con su perseverancia, Lolín ha demostrado que la pasión por la gastronomía supera cualquier dificulta. ¡Cuando se quiere se puede!
Fuente:http://saboresdominicanos.org/
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