Por Miguel Soto E.
La movilidad económica es la fuerza dialéctica de la sociedad. Los cambios y transformaciones son producto directo de la satisfacción de las necesidades del hombre, dando una dependencia cada vez mayor de un territorio y otro sean paralelamente antagónicos o simultáneamente simulares.
La realidad dominicana es que somos eminentemente agrícolas. Tenemos minas que ya no nos pertenecen, el turismo depende directamente de la voluntad y decisión externa y las remesas van de la mano con la estabilidad económica internacional.
No somos un país petrolero, lo que nos vuelve vulnerable y, aun teniendo un suelo rico en gases y probable presencia petrolífera es evidente que tendríamos que esperar décadas para explorar y explotar lo que sea que tengamos.
Punta Catalina es el proyecto cumbre de la administración presente; con más luces que sombras, todo va directamente dependiente de como resuelva o no el tema energético del país.
Resolver el tema energético nos hace más competitivo industrialmente y colocaría al Estado en posición de renegociar (esperemos que ahora favorable para RD) con los generadores.
Punta Catalina ya terminada, necesitara carbón mineral.
Chile, Costa Rica, Perú están siendo valorados para proveernos.
El carbón mineral se compra en dólares.
La generación de dólares no depende de la producción de bienes y servicios internos, está conectado directamente con los bienes y servicios exportables.
Literalmente tenemos el tema energético resuelto en un alto porcentaje, pero en la práctica no disminuirá precios de la tarifa y a corto plazo no pone más vulnerable que en el presente; ¿Por qué?
Porque la estructura exige dolarizar, pone al Estado a buscar dólares. A mayor presión, mayor posibilidad de que se eleve la taza ante la ausencia de generación de dólares.
Rancho Arriba, Nizao, El Pinar y el espacio colateral a San José de Ocoa es Agrícola. La tecnificación agrícola en el sistema invernadero o de temperaturas controladas, más el alto nivel de producción de aguacates y la agricultura campo abierto colocan a Ocoa como una de las primeras 5 provincias del país en la generación de dólares.
Nuestros altos, medianos y pequeños productores están dejando sus ganancias en caminos absurdos e innecesariamente destruidos, colocando el casco urbano cada vez más dependiente de la asistencia social y la indigencia. La recesión en el municipio de Ocoa es impresionantemente sostenible y sin una mirada real de que pueda cambiar el panorama.
La población del municipio cabecera se vuelve vieja y nuestros mejores talentos emigran, nuestros empresarios ven como se agota su nivel de creatividad y los prestamistas están cogiendo cada vez más lucha para cobrar los chelitos, todo lo anterior consecuencia de la recesión mencionada provocada por la emigración de capitales, el cada vez menor flujo de dinero por concepto agrícola.
Encima los capitales generados por concepto de agricultura se van en materias primas de transporte que podrían economizarse a 4 a 6 años, sin embargo, la realidad actual es que no se concentran los capitales en dólares que genera la agricultura ocoeña por ausencia de planificación o desinterés de política económica de población en la construcción de la carretera Ocoa – Nizao – Sabana Larga – Ocoa.
Agregue la falta de calidad del tramo Pinar – Ocoa, Parra – La Barra, limitando las capacidades del productor y la posibilidad que necesita el Estado para tener los dólares sin tener que ir al mercado externo.
República Dominicana necesita dólares extras para el Carbón mineral de Punta Catalina, entonces ¿porque no impulsar la generación de dólares por bienes naturales evitando la degradación de lo cobrado en las facturas?
Es más fácil para el Rancho Arribense ir a Piedra Blanca que al municipio cabecera de su provincia, es más fácil enviar en ambulancia un grave o mujer parturienta a Bonao que al municipio cabecera de la provincia; al que vive en Mancebo, los Corozos le es más corto el camino para ir a Azua de Compostela que a su Municipio cabecera.
Esto está explotando el comercio del casco «urbano» y creando cordones de pobreza que sólo se corresponde a fugas silenciosas pero cada vez más firmes de capitales.
Punta Catalina necesita que Ocoa sea capaz de producir dólares y que esos dólares se queden gravitando en la provincia y por tanto en el país.
El Estado tiene que asumir políticas firmes sobre la construcción de carreteras muy especial en zonas de generación de dólares como San José de Ocoa.
Punta Catalina requiere no sólo del pago a tiempo de la factura eléctrica, Punta Catalina va a necesitar que el Estado presente cada vez menos necesidad de ir tras dólares externos si no impulsar la generación interna de divisas que en sí mismo provocara un efecto capicúa capitalizador del espacio que cohabitamos, nuestros productores y de la económica de servicios que tan arrinconada está.
Los se vende masivos sin resultados de compra, cobranza compulsiva, deja claro que el municipio cabecera está esclava de los sueldos, subvenciones botellas y remesas de nuestros guerreros Valientes en el exterior.
Cierro este escrito con preguntas que de no ser respondidas por hechos tendré que respondérmelas yo mismo;
¿Tenemos petróleo?
¿Controlamos las minas?
¿Producimos carbón mineral?
¿Conviene al Estado descuidar al productor agrícola?
¿Cuáles son las consecuencias de que el Estado requiera dólares y no produzca dólares?
…. Dios les bendiga y a cuidarse.
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