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SAN JOSE DE OCOA-El juez Alexis Read, presidente del Tribunal Superior de Tierras del Distrito Nacional, tiene bien claro cuál es el rol que corresponde a un magistrado.
«Los jueces les servimos al país, es una tarea sacerdotal», afirma Read Ortíz, quien ha vivido las diferentes etapas de la administración de justicia, porque ingresó en el 1989 como juez de paz, cuando los jueces eran designados por el Senado de la República.
Sus 27 años en el poder judicial le permiten hablar con propiedad sobre el sistema judicial, de sus debilidades y de sus fortalezas. Abrió las puertas de su despacho para conversar con reporteros de Listín Diario sobre su experiencia y su valoración acerca del funcionamiento del sistema de justicia.
»l sabe que «es difícil ser juez», sobre todo en un país donde, dice, no hay una tradición de instituciones sólidas, por lo cual entiende que el país no puede escapar a esa realidad.
Desde atrás de un escritorio cargado de expedientes y de libros, aseguró que la vocación que tiene el poder judicial es a consolidarse, en vez de debilitarse, porque es una franja muy delicada.
Con voz pausada, como si meditara cada palabra que pronunciaba, el magistrado reconoció que la sociedad exige una justicia eficaz.
Cuestionamientos
Read no percibe que haya una crisis en el poder judicial. Y cuando se le requiere una valoración sobre las destituciones y sometimientos a la justicia penal de algunos jueces, expresa que «lo que uno siente es tristeza cuando suceden ciertos hechos que obviamente, en cierta medida nos afectan a todos, sobre todo cuando se trata de gente joven».
Se abstiene de opinar sobre un caso en particular, porque como juez, dice, acostumbra a hablar con los expedientes en las manos. «Yo no he tenido en las manos ningún expediente que me permita juzgar», refiere.
Pero comenta que para que una institución sea perfecta tendría que estar compuesta por ángeles. Y de inmediato acota que lamentablemente están conformados por seres humanos con debilidades y flaquezas.
«Para tu consolidar una institución el primer requisito es que haya hombres y mujeres convencidos de que están cumpliendo una misión, convencidos de que los servidores públicos hacen votos de pobreza», planteó.
Y en ese sentido consideró que en el poder judicial hay mucho talento, entre los que refirió a jueces que han renunciado, porque no han visto mucho porvenir y quieren tener su empresa que le permita salir de ese «lecho de procusto» que les da el poder judicial,
Enfatizó que el servidor público tiene que convencerse de la realidad de que tiene unos grilletes, que se llaman sueldo.
«Todos los que somos empleados sabemos eso, ahora si no quieres ponerte esos grilletes, te vas a la actividad privada, ahora, si todo el mundo se fuera a la actividad privada, no hay trabajo público», estimó.
¿Jueces políticos?
Señala que aunque el CNM, que corresponde designar a los jueces de las altas cortes, entre ellas la SCJ, es un órgano fundamentalmente político, no cree que esos jueces obedezcan a consignas políticas.
«Somos seres humanos que tenemos una formación, cada quien tiene su formación y sobre esa base hace su papel», sostiene.
Dijo que cree mucho en la formación que se recibe en la casa, y que por eso nunca ha considerado necesario que las universidades enseñen ética judicial.
«La verdadera ética, la verdadera moral, uno la recibe en el abrevadero del hogar, es la formación familiar», considera.
Percibe que en el tren judicial casi todos los jueces son de carrera, excepto en la SCJ, por mandato constitucional, que permite que la cuarta parte sea escogida de entre profesionales del derecho, académicos o miembros del ministerio público.
Read favorece que todos los magistrados de la SCJ también sean del sistema carrera judicial.
«Eso sería lo ideal, aunque no es lo constitucional, porque la constitución posibilita jueces que no sean de carrera», plantea.
Aspira a que en una ulterior reforma de la constitución sea así, porque considera que el trabajo de la escuela clama porque los jueces sean todos de carrera en un futuro.
«Yo tengo 27 años en el Poder Judicial, hay jueces más viejos que yo, que son jueces de corte, y realmente lo ideal sería eso, que esa gente llegara ahí por un concurso público como sucede en otros países».
La justicia al pasar de los años
El magistrado percibe que a partir del 1997 se da un giro «copernicano» en materia judicial, cuando se convocó por primera vez el Consejo de la Magistratura. Antes, precisa, los jueces eran designados por un cuerpo eminentemente político.
«Cuando digo político, es que obedecían a una línea de un partido político», indica. Señala que los jueces se escogían en función de la simpatía del titular del puesto.
Sostiene que en el 1997 la SCJ comenzó un proceso de evaluació tratando de que se seleccionaran los jueces en función de su capacidad y de su buen nombre en la sociedad. Posteriormente, señala, se creó la Escuela Nacional de la judicatura, que responsable de ir entrenando las nuevas hornadas de jueces.
«A veces tendemos a no ver los cambios tan rápidamente como una esperaría, primero porque somos un país de tercer mundo, no tenemos una tradición institucional en ese sentido de fortaleza de la selección de los jueces, pero yo creo que se han dado pasos interesantes», puntualiza. Lea la historia completa en La verdadera ética, la verdadera moral, uno la recibe en el abrevadero del hogar, es la formación familiar» Alexis Read
Presidente del Tribunal Superior de Tierras. El presidente del Tribunal Superior de Tierras
dice que ser magistrado es una tarea sacerdotal _Entrevista)) Servicio en el Poder Judicial Alexis Read llegó al poder judicial en el 1989, como juez de paz del municipio de Sabana Larga, San José de Ocoa, hasta el 1997.
A raíz de la designación de la nueva SCJ, en agosto de 1997, se le planteó la posibilidad de ser juez de primer grado, siendo designado en la Cámara Civil de la quinta circunscripción, donde duró más de un año, hasta que en diciembre del 1998 fue nombrado presidente de la Corte Civil del Distrito Nacional. Luego, el primero de noviembre del año 2012, pasa a presidir el Tribunal Superior de Tierra.
Su llegada al Poder Judicial, dice, fue casi por casualidad. Al crearse el Distrito Municipal de Sabana Larga, ahora municipio, de San José de Ocoa, la comunidad le pidió al cura párroco de allá, el fenecido Luis Quinn, que presidía la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa, que el asesoraba, que lo recomendara como juez.
«El padre Luis Quinn me pidió que accediera a la petición de la comunidad, yo no estaba muy dispuesto porque eso me impedía el ejercicio de mi profesión, pero el padre insistió y no tuve más remedio que aceptar», dice.
Sostiene que entendió luego que era un proyecto en el que podía servirle, más que a una comunidad determinada, al país.
«Porque eso es lo que hacemos los jueces, aunque a veces no se vea así, le servimos al país», asegura.
Formación
Egresado de derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en 1983, ha realizado especializaciones en ciencias penales en la Universidad de Costa Rica, en derecho judicial en la ENM y de justicia constitucional y derechos humanos en la universidad Castilla-La Mancha, España.
Ha compartido su ejercicio como juez con la docencia y la escritura de libros, habiendo publicado siete sobre derecho en materia civil.
Labor jurisdiccional
El año pasado, el Tribunal Superior de Tierra, el cual preside, decidió 1,499 expedientes, correspondiente a recursos contra decisiones emitidas por los 13 salas de tribunales de jurisdicción original del Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo y la región Sur.
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