Por: Harris Castillo
NUEVA YORK-Recientemente fue puesto en circulación el libro escrito por la Ocoeña Darys Estrella, en el salón de atención al cliente del consulado dominicano de la ciudad de Nueva York, una actividad que se enmarca dentro de los posibles planes del cónsul Carlos Castillo, de participar como candidato a senador de la provincia en el proceso electoral venidero.
Es posible que Castillo haya realizado encuestas o estudios que demuestren la poca utilidad de la comunidad de Ocoeños en el exterior para sus posibles aspiraciones, y que eso explique su indiferencia ante los destinos de los hijos de la provincia que le dio el privilegio de representarla. Para Castillo, la comunidad manielera en Estados Unidos y nada, es lo mismo.
Pudiera alegarse que mantiene contacto con algunos Ocoeños en particular, pero con la comunidad organizada, que es la mayoría no hay interés de interactuar.
La elucubración nos lleva a la posible conclusión de que la puesta en circulación de marras, es solo una forma de neutralizar a la familia Estrella, que en el proceso pasado apoyó al actual senador Pedro Alegría.
Elsa Batista, la poetiza del Sur, ya tiene cinco o más obras literarias publicadas. Es considerada de las mejores en el oficio en la ciudad de Nueva York, ha sido escogida para formar parte de antologías y reconocida por varias organizaciones, sus esfuerzos para que la gestión consular de Castillo ponga en circulación su último libro, solo han recibido el alargue por respuesta.
Carlos Alberto, quien enseñó a leer a la madrugada en un libro también de antología, ni siquiera ha sido invitado y la producción exquisita de “Caracoles y otros Desvelos”, de Asdrovel Tejeda, es posible que ni se conozca en la sede consular.
Si quiere mostrar reconocimiento a nuestros trabajadores de la literatura, y no politiquería, tiene por donde continuar, que aproveche que existe en San José de Ocoa, un premio nacional, William Mejía, reconocido por los legisladores. Que aproveche el esfuerzo de La Junta y Milciades Mejía, en la puesta en circulación de la segunda edición del libro “Sueños y Realidades de 20 Años”, del ilustrísimo Món Báez, y los invite.
Si su interés es promover la literatura dominicana y no la Ocoeña, que establezca un protocolo de selección y seguro que haría un gran trabajo en la promoción del país, por su vasta producción literaria.
Castillo no asiste a las actividades de los Ocoeños en el área tri estatal, solo se le ha visto en la cena de gala anual de la Asociación. Se olvida que en estas tierras los Ocoeños nos juntamos a compartir, no ha pedir prebendas personales. Que en estas tierras los Ocoeños nos preocupamos por llevar solución a nuestra gente, supliendo la ineficiencia del sector público. Y se olvida de que aunque desde aquí no podemos votar por los legisladores, nuestras familias sí.
Castillo ha demostrado desde su posición en el consulado, con hechos no con palabras, que no siente ni pasión, ni amor por Ocoa. Y es entendible.
Pedro Alegría
La situación médica de nuestro senador Pedro Alegría, preocupa a quienes le aprecian más allá de la política. Pedro no debió aspirar a la senaduría precisamente por su salud y, no menos importante, para preservar su legado. Yo no quería que participara.
Se ha dado cuenta de que le fue implantado un marcapasos, lo que indica que debe cuidar no solo un cuadro diabético, sino también su sistema cardiovascular. El ritmo natural diario de un hombre de negocios exitoso, conlleva una dinámica física exigente, sumado a la tarea de legislar con responsabilidad, asistir a sesiones, reuniones de comisiones, lectura de proyectos voluminosos, es demasiado para un cuerpo que pide calma.
Luego de una vida de lucha viniendo desde abajo, arriesgándolo todo por lograr metas, conformando una familia destacada, vale la pena disfrutarlo. El afecto del pueblo sufre vaivenes y eso está fuera de su control, pasara si o si. El afecto de quienes le aprecian por lo que es, que son miles, durará para siempre.
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