Felipe Ciprián
La convención del Partido Revolucionario Moderno (PRM) fue organizada por dirigentes honestos ¡Saludos Tony Raful! pero fue precedida por un saqueo de la voluntad “moderna” por dos excandidatos que en lugar de fomentar el surgimiento de un partido opositor consecuente y proponente, se apropian en la oscuridad de los principales puestos dirigentes.
Es una pena porque la democracia dominicana necesita una fuerza opositora que presione al gobierno y proponga, que cuestione y vigile, que denuncie, movilice y organice a cientos de miles de ciudadanos por la decencia, contra la impunidad, por un relevo ordenado y democrático, sin traumas ni contrasentidos.
Que Hipólito Mejía y Luis Abinader decidieran en una conversación particular quiénes serían el presidente y el secretario general del PRM, y que sus alicates políticos se encargaran de materializar ese despropósito convirtiendo a los miembros de ese partido en bobos que no pueden ejercer la democracia ni siquiera para escoger a sus dirigentes, es una señal muy clara de que esa organización es una caricatura en pequeño del PRD de grandes rebatiñas, manipulación y fraudes.
Ese escamoteo vulgar de la voluntad de las bases da una idea de la escasa o nula formación política de ambos excandidatos presidenciales derrotados, porque solo muestra el desprecio que tienen por la gran masa partidaria y su capacidad de pensar y decidir sobre la vida interna de su partido.
Lo que resulta de la convención es un cuadro pintado con brocha gorda, con “dirigentes” incapaces de presentarse a la sociedad con ideas y fuerzas propias, sino como franquicias de caudillos que ahora les darán órdenes olvidando que no se dirige un partido como se manda un campamento.
¿Qué esperanza tiene en el PRM una pléyade de caballeros y damas decentes, bien preparados, vinculados históricamente a la lucha por la libertad, que han expuesto su pellejo en las calles, campos, cárceles, trincheras y el exilio, si Abinader e Hipólito, eternos aspirantes presidenciales, deciden por ellos quiénes son sus dirigentes-dirigidos?
Lo que fue una oportunidad de que la potranca política PRM se revistiera de legitimidad y se convirtiera en una yegua rozagante y alucinante de las grandes masas opositoras, ha devenido en una gumarra, tanto en su acepción dominicana como puertorriqueña. ¡Penoso!
Si los partidos no son un colectivo pensante y actuante, devienen en fincas de terratenientes que utilizan a los militantes como peones para cortar leña y a las mujeres como lavanderas de los trapos sucios que encubren la podredumbre de sus negocios.
¡Qué ejemplo más pésimo de tutelaje caudillista y de enajenación e instrumentalización de sus propios compañeros!
Así no se levanta la esperanza y mucho menos se atrae a quienes –a pesar de estar en contra del PLD- se niegan a militar en ¡más de lo mismo!
Veo a mucha gente considerando un éxito la convención del PRM. Para mí fue un escamoteo vulgar y una instrumentalización innecesaria de su militancia que en su primer ensayo “democrático” fue utilizada como sello gomígrafo para validar un acuerdo de aposento de dos dirigentes cuya principal credencial son las derrotas electorales que han sufrido sucesivamente.
¡Ah, pero mira las encuestas! dirían algunos. Muchas gracias, que las vean otros. Digo, redigo y repito que nunca he chupado sopas de cuentos. Me apego al “análisis concreto de la realidad concreta”.
Sospecho que a alguien le están preparando un coctel para que crea que Abinader y Margarita Cedeño repuntan, Danilo cae y no piensa en reelección, por lo que Leonel es un billete premiado. Es casi un idilio… pero muy ilusorio.
Cuando pase la tempestad, contaremos las estrellas.
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