El miércoles veintisiete (27) de noviembre del año mil novecientos veintinueve (1929), nació en la ciudad de San Pedro de Macorís, el niño Tomas Antonio, fruto de la unión matrimonial formada por los señores Jorge Elías Isa y Emilia Isa (fallecidos), siendo el penúltimo (10mo.) de una prole de once (11) hijos (as) procreados (as) por la unión conyugal Isa Isa.
En mil novecientos treinta y cuatro (1934), es decir, contando con apenas cinco años de edad, sus padres llegan a San José de Ocoa, trayendo consigo a su familia, con lo que se inicia la vida de este ser humano excepcional en nuestro pueblo, su pueblo, por el que va a hacer tantos y significativos aportes, siendo sin duda alguna, uno de los hijos más notables de nuestra comunidad a lo largo de su historia.{jathumbnail off}
Tony, como cariñosamente se le empieza a conocer, desde sus primeros años mostro gran inclinación por la fe católica, participando activamente en las actividades de la iglesia, en la que fuera bautizado el 21 de enero de 1940, siendo a la sazón sacerdote de nuestro pueblo, el Reverendo Rafael Vachón de la Cueva.
Trabajador incansable, se inicia en las labores comerciales agrícolas para contribuir con su familia, de la que fue guía junto a sus padres, al punto que tuvo que abandonar incluso sus estudios para dedicarse en cuerpo y alma a las actividades productivas, para de esta forma ayudar a su familia, destacándose como el primer administrador del Restauran El Marién, así como el primer propietario que tuvo el otrora Cine Rhand, cine que en un primer momento tuvo por nombre Radhames, en alusión a Radhames Trujillo, hermano del tirano Rafael Leónidas Trujillo.
El 18 de agosto del año 1951 contrae nupcias con la joven Theany Violeta Castillo Perelló, en ceremonia celebrada en el templo católico, siendo casados por el Reverendo Roberto Hymus. Con la distinguida joven oriunda de San José de Ocoa, va a procrear a sus hijas Altagracia Emilia y Theany Emilia Isa Castillo, siendo desde siempre un esposo ejemplar y un padre abnegado.
Su vocación de servicio, su entrega y su altruismo no encontraron fronteras jamás, pues siempre se desveló por ver prosperar a su pueblo, de ahí que siempre estuvo ligado a los más genuinos intereses de San José de Ocoa, pueblo por el que diera alma, vida y corazón durante toda su fecunda existencia.
Como prueba inequívoca de lo que fue su accionar en éste, su pueblo, cabe destacar que fue uno de los pilares y piezas indispensables para lograr la construcción del Centro Educativo Padre Arturo, trabajando arduamente para ver aquel sueño convertido en realidad, centro éste que toma su nombre del sacerdote Arturo Mackinnon, el que estuvo en nuestra comunidad en los primeros años de la década del sesenta (60) y quien muriera vilmente asesinado en la provincia de Monte Plata el día 22 de junio de mil novecientos sesenta y cinco (1965).
Del mismo modo, se integró conjuntamente con un grupo de jóvenes de nuestro pueblo y constituyeron la Sociedad San Vicente de Paúl, emergiendo en el año 1958 como su primer presidente, cuando se funda dicha Sociedad, la cual ha realizado significativos aportes a San José de Ocoa, y que hoy, a 50 años de fundada, continúa rindiendo sus frutos. Cabe destacar que precisamente desde esta entidad social Tony luchó tenazmente para construir y luego mantener el Hogar de Ancianos San Antonio, donde se da alojamiento a muchos de nuestros envejecientes.
Justamente de la mano del padre Arturo trabajó denodadamente, conjuntamente con la Organización canadiense “CARI” en labores caritativas en beneficio de nuestros munícipes más menesterosos, y es que, cuando se habla de ayudar a los demás, nunca faltó la mano solidaria y amiga de este hombre extraordinario, poseedor de una elevadísima vocación de servicio y de un espíritu de entrega a toda prueba, por los que los Ocoeños (as) siempre le dispensaron y tributaron cariño, admiración y respeto, sentimientos que se mantienen en los corazones de cada uno de los hijos (as) de este pueblo.
Como hemos señalado precedentemente, Tony fue un devota de la fe católica, y como tal, siempre estuvo ligado a las actividades de su parroquia San José, pues siempre se preocupó y luchó por la evangelización de los Ocoeños (as), siendo miembro fundador del grupo “Acción Católica”, grupo éste que luego pasaría a llamarse Caballeros de San José, desempeñándose además como coordinador y Asesor del Movimiento Familiar Cristiano (MFC).
Pero su obra no se circunscribe a esto exclusivamente, ya que también se destacó como uno de los propulsores del movimiento cooperativista de nuestro pueblo, emergiendo como un gran colaborador de la cooperativa “Socorro Mutuo”, de la cooperativa de Ahorros y Créditos y de otras que se dedicaban a las ventas populares.
De igual manera, creemos preciso destacar que su ciclópea obra social se ensanchó aún más desde la Asociación Para el Desarrollo de San José de Ocoa (ADESJO), popularmente conocida y llamada por los Ocoeños (as) como la Junta, institución desde la cual realizó un importante trabajo, siendo fundador de la misma, el 12 de julio de 1962, cuando el padre José Antonio Curcio tuvo la iniciativa de constituir este importante instrumento de trabajo social de nuestra comunidad, convirtiéndose Tony en el primer presidente de dicha institución de servicio durante el período comprendido entre los años 1962-1964, trabajo que siguió fortaleciéndose de la mano de su amigo, el Padre Luís Quinn, junto al cual realiza otras sociales de inmensas proporciones y las que han arrojado grandes y significativos beneficios al pueblo de San José de Ocoa.
Su prestigio, ganado con su esfuerzo, su dedicación y trabajo a beneficio de San José de Ocoa, pronto lo llevarían a ocupar otras importantes posiciones, llegando incluso a ser diputado en dos períodos consecutivos durante los años mil novecientos setenta (1970) a mil novecientos setenta y ocho (1978), desde donde se destacó por su colaboración, cual siempre actuó, siendo un celoso guardián de los mejores intereses de su pueblo.
En cuanto a su vida social, hay que destacar que siempre participó en cuantas actividades e iniciativas de avanzada de nuestro pueblo se presentaran, siendo también, un miembro prominente del Club Rotario Ocoa.
Cuando su pueblo lo necesitó, siempre estuvo ahí, siempre dijo presente, como lo hizo en mil novecientos setenta y nueve (1979) cuando el huracán David y luego la tormenta Federico, azotaron con furia salvaje a nuestra comunidad, destruyendo gran parte de San José de Ocoa, siendo en ese momento mucho más intensa su entrega.
Persona de una insuperable vocación de servicio, solidario como el que más y sin la más mínima de las dudas, un Ocoeño auténtico que siempre estuvo a la altura de las circunstancias cuando su patria chica lo necesitó.
No por casualidad, Tomás Antonio Isa (Tony) goza del aprecio y la administración de los Ocoeños (as), los (as) que siempre vieron en este abanderado de las mejores causas de nuestro pueblo, a un vivo ejemplo de entrega, amor, sacrificio y desprendimiento, además, dueño indiscutible de una de una sensibilidad humana y de una meridiana sencillez, llevando desde siempre una vida tranquila, ligada como hemos dicho, a la mejores causas de esta comunidad, que como regalo del Todo poderoso le diera acogida siendo apenas un niño.
Toda una vida de servicio a San José de Ocoa, vida cargada de amor, cariño y entrega que jamás tuvo límites, puesto que se dio por entero a este pueblo, lo que explica por qué un grupo de buenos Ocoeños (as), se unieran para constituir el 13 de agosto del mil novecientos noventa y ocho (1998) la Fundación Tony Isa, que es una manera de mantener incólume aún más en la conciencia de nuestro pueblo, su legado, su obra, su vida.
Su obra no ha pasado inadvertida, siendo reconocida por varias instituciones de nuestra comunidad y del país, alcanzado su destacada obra social ribetes tan notables y sobresalientes, que incluso el tirano Trujillo le entregó en una oportunidad La Orden de Duarte, Sánchez y Mella, en reconocimiento a su gran labor.
Nadie podrá negar jamás, que ante la figura egregia de Tómas Antonio Isa, nos encontramos ante uno de nuestros mejores hijos, que supo entregarse por entero y sin reservas a este pueblo y que es desde siempre, un vivo ejemplo a seguir, paradigma de la sociedad dominicana y de la comunidad de San José de Ocoa, la que siempre recordará y que siempre llevaremos los ocoeños (as) grabado en lo más profundo de nuestros corazones, a pesar de que por consecuencia del destino, ya no lo tenemos físicamente entre nosotros, producto del fatal accidente automovilístico del que fuera objeto el 27 de agosto de 1994, terminando así su fructífera existencia.
Su muerte conmovió a todo San José de Ocoa y parte del país, siendo reseñada por el periódico Hoy, en la Sección El País, de fecha lunes 29 de agosto de 1994, pag. 14, el cual bajo el título: “Entierran restos del ex diputado Antonio Isa” expresaba lo siguiente: “ fueron sepultados ayer en el cementerio municipal de San José de Ocoa, los restos del empresario y ex diputado Tómas Antonio Isa, quien murió la tarde del pasado sábado en un accidente de tránsito” (sic).
Continua diciendo el texto noticioso: “ Isa, quien a la hora de su muerte se desempeñaba como presidente de la Junta Pro-Desarrollo de la comunidad de San José de Ocoa, murió en el hospital Dario Contreras, en la capital, donde fue llevado en estado grave, luego de deslizarse el carro que conducía placa 166-216”. Más adelante se lee: “ De acuerdo al informe policial, el accidente que costó la vida a Isa, quien fue Diputado de Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) por la provincia Peravia en los periodos 70-74 y 74-78 se produjo en el kilómetro catorce de la carretera Bani-San Cristóbal” (sic).
En otra parte de la noticia de marras, producida por Francisco de los Santos, redactor del Hoy, se lee lo siguiente: “Su cadáver fue velado en la funeraria Sánchez, localizada en la calle del mismo nombre esquina General Cabral de San José de Ocoa, de donde partió el cortejo fúnebre hacia el local de la Junta Pro-Desarrollo, donde fue expuesto en capilla ardiente. Luego de ahí los restos de Tony fueron llevados a la Iglesia Nuestra Señora de la Altagracia, de la indicada localidad, donde se ofició una misa de cuerpo presente, y luego sepultados en el cementerio municipal de San José de Ocoa” (sic.)
Su muerte lleno de nostalgia y de dolor a todos sus familiares, a toda la comunidad ocoeña, que siempre tuvo en Tony a uno de sus más auténticos hijos, y su deceso enluto a las diversas comunidades de Ocoa como de toda la región sur del país, donde también llego su mano solidaria y amiga a través de diversas iniciativas desarrolladas desde la Junta. Precisamente el periódico de dicha región, denominado Actualidad Sur, en su página 6, de fecha 5 de septiembre de 1994, escribió: “Al cierre de esta edición nos enteramos de la muerte trágica del dirigente comunitario ocoeño Tomás Antonio Isa. Tony era un hombre de extraordinarias cualidades humanas. Trabajador incansable por el desarrollo de su natal San José de Ocoa, especialmente desde la Junta para el Desarrollo, de la cual era presidente al momento de morir en un accidente automovilístico” (sic.).
En otra parte de la reseña que hiciera ese periódico sobre Tony se decía: “Como político se distinguió ese caballero por ser respetuoso de las ideas de los demás lo que le valió el afecto de todos los ocoeños y de múltiples personalidades que le trataron y apreciaron su extraordinario valor. Tony deja más que a su familia, a todo Ocoa en un mar de llanto, que solo su ejemplo de hombre puro, adornado de una cualidad humana insuperable, puede contribuir a superar este momento casi desesperante” (sic).
Concluye dicho periódico la reseña de la muerte de Tony, con las siguientes palabras: “Nuestras condolencias sinceras a sus hermanas, esposa, hijas y al pueblo de San José de Ocoa, que en fin de cuentas es el gran perdedor” (sic).
Y es que nuestro querido e inolvidable Tony Isa se cumple a la perfección la sentencia lapidaria del poeta Manuel del Cabral, cuando expresara que: “hay muertos que van subiendo cuanto más su ataúd baja”.
El apóstol de la libertad cubana, José Martí, expreso en una oportunidad: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida, porque aunque truéquese en polvo el cráneo pensador, aún perviven las ideas que se elaboraron” y esas palabras dichas hace ya tanto tiempo, cobran vigencia espantosa en Tomás Antonio Isa.
Tomado del libro: Cómplices de una Historia
Del Lic. Jose Manuel Arias M.
Jmanuelarias13@hotmail.com
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