Felipe Ciprián
A pesar de las discrepancias manifiestas en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aun hay una posibilidad para que el país disponga de una Ley de Partidos para las próximas elecciones, si sus dirigentes están realmente interesados en acoger el llamado ferviente de toda la sociedad.
Esa posibilidad implica que tanto Danilo Medina (partidario de la Ley de Partidos con primarias abiertas) como Leonel Fernández, que defiende las primarias con el padrón de cada partido, acepten su aprobación en un punto intermedio a sus posiciones polares.
Pero mi “análisis” de hoy no se entendería sin un contexto que parte de la publicación que salió en Listín Diario el 6 de octubre de 2017.
Hace cinco meses afirmé que la batalla no era en realidad entre partidarios de las primarias abiertas o cerradas en la Ley de Partidos, sino entre Danilo y Leonel por la candidatura presidencial para las elecciones de 2020.
Analistas consideraron entonces que Danilo no estaba en eso y que haría una de dos cosas: buscaría un advenimiento con Leonel para despejarle el camino para su retorno al poder y que el PLD no perdiera el gobierno o auspiciaría que uno de sus hombres de confianza buscara la candidatura y con su apoyo retuviera el dominio para el danilismo.
Hubo amigos que me dijeron secamente “eso no es así” y al menos otro me anunció que “se te peló el billete”, como si al yo afirmar que el camino de la reelección de Danilo estaba despejado estuviese expresando un deseo, cuando en realidad ponía la situación en perspectiva.
Cuando afirmé que la reelección de Danilo “es un hecho” https://www.listindiario.com/puntos-de-vista/2017/11/12/490171/la-reeleccion-de-danilo-es-un-hecho porque no tiene oponentes que lo enfrenten al interior del PLD y la oposición es una especie de camión sin generador, muchos se escandalizaron y me etiquetaron a su antojo.
Sostuve que si Leonel buscaba la candidatura presidencial por el PLD, en las actuales circunstancias y decidido a todo, provocaría la división de esa organización política y abriría espacio para que si se produjera un milagro unitario y un momento de lucidez, la oposición creara una fórmula programática con una candidatura nueva y encantadora que pusiera en peligro el predominio morado en el poder. https://www.listindiario.com/la-republica/2017/12/20/495637/si-leonel-aspira-a-volver-al-poder-en-2020-divide-al-pld
A ese planteamiento no partidario Leonel reaccionó diciendo que quienes vaticinan la división del PLD (¿yo?) verían frustradas sus esperanzas porque van unidos y ganarán las elecciones.
“Si Leonel asegura que el PLD va unido a las elecciones de 2020” -le dije- será porque él aceptará que el candidato es Danilo”, porque por ningún lado se ve el viceversa de ese panorama.
Ley de Partidos vuelve al Congreso
Antes de que se iniciara la legislatura actual, la Junta Central Electoral (JCE) depositó por reiterada vez los proyectos de Ley de Partidos y la modificación del régimen electoral, con pedidos encarecidos de que sean aprobados porque de lo contrario este año ellos tendrían que adoptar decisiones administrativas para garantizar el cumplimiento del itinerario de la organización de las dos elecciones del año 2020.
Lo que se observa hoy -discurso que retumbó en la Asamblea Nacional el pasado 27 de febrero- es que en el PLD hay la voluntad de que se aprueben esos dos proyectos de ley, aunque es evidente que hay diferencias que no hacen más que expresar que la lucha por la candidatura presidencial está casada.
Ya escribí que ante la decisión del Comité Político del PLD de dejar a los legisladores que voten sin una orientación común acerca de si son primarias internas o abiertas las que escojan a los candidatos, lo más probable es que el Senado apruebe la Ley de Partidos con primarias abiertas (los danilistas son mayoría) y la Cámara de Diputados la modifique para que sean con el padrón de cada partido, dado que el danilismo -al día de hoy- no tiene los votos suficientes para pasar su deseo.
Está llegando la hora de ser francos: pasar una de las dos posiciones parece un imposible y lejos de acercar posiciones en el PLD (que tiene la mayoría de los legisladores), se va haciendo más difícil un entendimiento porque parece que el pulso es una prueba de esfuerzo para calcular futuras batallas.
Si los partidarios de Leonel no son tontos para ir a una confrontación que no pueden ganar y que a lo sumo fracase el proyecto de Ley de Partidos y las cosas sigan como están hoy, y si los de Danilo quisieran preservar la unidad del PLD o simplemente seguir “mareando” a Leonel para que pierda tiempo, creo que tienen que acogerse a la propuesta que hizo Temístocles Montás a finales del año pasado.
En una comparecencia al matutino televisivo “Hoy Mismo” y luego en una entrevista que le hizo Roberto Cavada en Telenoticias, Montás hizo una propuesta que no solo es salvadora de la unidad del PLD, sino también del Partido Revolucionario Moderno (PRM): que cada partido disponga de un padrón particular recabado y aprobado por la JCE.
La propuesta concreta
Creo que esa propuesta puede contribuir a la aprobación de la Ley de Partidos y hacer más competitivas las elecciones, dando oportunidad a que las nuevas organizaciones políticas abran espacios para postular candidatos con mayores posibilidades.
Si se acogiera la propuesta que hizo Montás (y que yo amplío con acciones concretas) y se aprobara la Ley de Partidos, la JCE abriría un período de inscripción en los partidos de todos los ciudadanos que así lo deseen.
Debe ser un período simultaneo, de seis meses, donde la JCE habilite un libro para cada partido en todas sus sedes para que los votantes acudan y se inscriban, autoricen a la Junta a que los segregue de cualquier otro padrón partidario y quede certificado un padrón de cada partido para celebrar primarias.
Así se preservaría el derecho constitucional de los partidos a elegir en forma autónoma a sus candidatos, pero a partir de un padrón validado por la JCE que excluye la militancia de otras organizaciones.
Ese orden debe regir para quienes quieren legalizar nuevos partidos: apertura de un libro, inscripción ante la JCE y exclusión de otras organizaciones políticas. De esta manera, el reconocimiento de nuevos partidos sería casi automático y habría igualdad de condiciones para todos.
Si el sector de Danilo o el de Leonel se niegan a esta avenencia, no hay dudas de que el PLD se dividirá a menos que todos acepten la repostulación del actual mandatario como un hecho consumado.
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