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OCOA-Como ya es tradición, el senador Pedro Alegría alegró la vida a miles de niños con motivo del Día de los Santos Reyes durante la repartición de atractivos juguetes en varias zonas de la provincia.
Alegría se trasladó a varias zonas de la provincia y obsequió patinetas, muñecas, camiones, bolas de baloncesto, juegos de cocina, bates y pelotas de béisbol, entre muchos más.
Niños y niñas de diferentes edades acompañados de sus familiares se apersonaron a las entregas y con sus rostros sonrientes mostraron su alegria al recibir esos obsequios.
Estos juguetes llegaron a los más necesitados provenientes de empobrecidas comunidades como en el Ojo de Agua, La Barra, Sabana Larga abajo, Rodadero, Los Tramojos, La Ciénaga, La Demajagua, Rancho Francisco, La Demajagua, Los Palmaritos, Los Corozos, entre otras de la provincia.
«Manuel Tambora», feliz con su nuevo instrumento musical obsequiado por senador Alegría
Durante la entrega de juguetes a miles de niños con motivo del Día de Reyes, el senador Pedro Alegría le hizo un obsequio especial a Manuel Alejandro Andújar Solano (Manuel Tambora) para su sustento económico y el de su familia: una nueva tambora que anhelaba.
Manuel Tambora es todo un personaje ocoeño que se dedica a animar al público que visita los diferentes estadios de béisbol de la provincia, y los pone a gozar.
Ahora volverá a ganarse la vida con su nueva tambora y con ello, retorna su felicidad.
Le agradeció al senador Alegría por hacerle ese regalo en momentos en que tenía que gastar dinero que no tenía para arreglar una que ya no le funcionaba.
«Me siento bien, eso era lo que necesitaba para motivar a la gente en el play, ellos me preguntaban que cuando voy a tocar al play yo le decía: ‘no se preocupen que voy a hablar con el senador para que me consiga una tambora’, gracias a Dios y a Pedro Alegría ya la tengo», dijo un emocionado tamborero.
Ahora que ya tiene su nuevo instrumento musical, del que dice se gana 150, 200 y 300 pesos cada vez que va al play, seguirá tocando su contagioso ritmo y también darle alegría a su familia con los recursos económicos que se gana por ese trabajo.
Residente en el barrio San Antonio con más de 15 años sonando la tambora, ahora está feliz por volver a una actividad que tanto le gusta, gracias a la generosidad del legislador ocoeño.
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