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CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco aconsejó el lunes abandonar el «bagaje inútil» de la vida en 2018, incluso lo que él llamó «conversaciones vacías» y la «banalidad del consumismo», a fin de enfocarse en la construcción de un mundo pacífico y acogedor, particularmente para los refugiados y los inmigrantes.
El pontífice ofreció sus reflexiones sobre cómo saborear el verdadero significado de la vida durante la misa de Año Nuevo que ofició en la Basílica de San Pedro y luego saludó a unas 40.000 personas en la adyacente Plaza de San Pedro.
Su consejo para llegar a lo esencial incluye guardar un momento diario de silencio para estar con Dios. Hacer esto, agregó, ayudaría a «evitar que nuestra libertad se vea corroída por la banalidad del consumismo, el estruendo de los comerciales, el torrente de las palabras vacías y las olas abrumadoras de conversaciones vacías y los gritos fuertes», apuntó Francisco.
«Al principio del año, nosotros también, como cristianos en nuestro camino de peregrinaje, sentimos la necesidad de partir de nuevo del centro, de dejar atrás las cargas del pasado y empezar de nuevo desde lo que realmente importa», dijo.
La Iglesia católica ha designado el 1 de enero como Día Mundial de la Paz. En sus comentarios después de la misa a la multitud en la plaza fuera de la basílica, Francisco subrayó que el centro de atención del día en este año fue la búsqueda de la paz por parte de los migrantes y los refugiados.
«Deseo, una vez más, hablar en nombre de estos hermanos y hermanas nuestros que invocan para su futuro un horizonte de paz», dijo Francisco. «Para esta paz, que es el derecho de todos, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar su vida en un viaje que en la gran mayoría de los casos es largo y peligroso, dispuestos a afrontar penurias y sufrimientos», agregó el pontífice.
En los últimos años, centenares de miles de migrantes han cruzado el Mediterráneo desde el norte de África en embarcaciones no aptas para el mar de los traficantes humanos, desesperados por llegar a las costas europeas.
Los viajes del papa al extranjero en 2017 incluyeron un viaje a Myanmar y Bangladesh, donde el sufrimiento de la minoría musulmana rohinya, que ha huido del primer país para refugiarse en el segundo, fue una preocupación central de su peregrinación.
En su llamamiento del lunes, Francisco dijo de los refugiados y migrantes: «No extingamos la esperanza en sus corazones. No ahoguemos sus expectativas de paz».
Francisco hizo un llamado para que todos se comprometan a «asegurar a los refugiados, a los migrantes, a todos, un futuro de paz».
El papa rezó para que la gente «trabaje con generosidad en este Año Nuevo para alcanzar un mundo más unido y acogedor».
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