Por Frank Casado
La Película de Mel Gibson: «La Pasión de Cristo, nos ayuda a comprender el sufrimiento de Jesús con mucha viveza, en ella vemos como la Cruz cargada por Jesús se convierte en el símbolo de la fe cristiana.
Uno de los capítulos más hermosos de toda la Biblia es Isaias 53. En esta preciosa composición el profeta anuncia las penurias de Jesús, el siervo Sufriente de DIOS, soportaría a fin de salvarnos. Isaías presagió «Jesús sería traspasado a causa de nuestra rebeldía, atormentado a causa de nuestras maldades».
En la actualidad, y específicamente en nuestra provincia San José de Ocoa, se están dando algunos sucesos que nos cambian para siempre: el nacimiento de un bebé, la muerte de un ser querido o ganar la lotería. En ocasiones una sola llamada telefónica puede alterar nuestro rumbo de un modo que no podríamos haber imaginado antes de esa llamada.
Pero, lamentablemente, los casos que nos marcan en este pequeño espacio, alrededor de 850 kms cuadarado , desde un tiempo menor a una década, son originados por una descomposición social que cada día nos arrebata las vidas de jóvenes, que aún ni siquiera sabían lo que el futuro le deparaba.
Accidentes, feminicidios, asaltos, asesinatos, son algunas de las palabras que ya se hacen comunes entre nosotros.
La descomposición social es el resultado de varios factores que influyen en la misma población a través del tiempo; es decir comparando lo que acontece actualmente con hace aproximadamente 10 años los niveles de desempleo, poder adquisitivo, violencia, inflación, corrupción, degradación de los valores, en fin, lo que estamos viviendo en la actualidad, en todos los órdenes, crece, se multiplica y llega a todos los estratos de la sociedad. Robos de identidad, asaltos a personas, homicidios horrendos, violencia doméstica que acaba con las familias, atropellos, intolerancia, desconocimiento de las normas elementales de la convivencia y la armonía, están convirtiendo en un serio peligro cada minuto de nuestras vidas.
Es realmente temeroso el ambiente que se vive y que si observamos los noticieros de televisión y escuchamos la radio, leemos las redes sociales, podemos constatar como la mayoría de su contenido es para hablarnos de innumerables casos de delincuencia de los que podemos ser víctimas en el momento menos pensado. Y ello, pese a los aparentes esfuerzos de las autoridades para combatirlos.
Las Causas son múltiples, y ellas saltan a la vista con la pobreza que predomina en amplios sectores de la población mientras otros acumulan más y más riqueza, la irresponsabilidad de los políticos, las leyes absurdas que confunden y oprimen antes que beneficiar, el desprecio por los valores y la moral.
Cuando antes de su muerte Jesús dijo: «Destruyan este templo, y en tres días volveré a levantarlo», el templo al que él se refería era su cuerpo. Ocoa es nuestro cuerpo, no lo destruyamos; pues solo tendríamos cifradas nuestras esperanzas en Jesús para que lo levante de nuevo.
Son tiempos que no están para alegrarse, menos estando a la puerta de una navidad en que todos los deseos son de paz y prosperidad. No les parece.?.
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