Por: Asdrovel Tejeda
Todo organismo tiene un lugar que representa lo más sagrado, lo más Preciado, la esencia central de su razón de ser; así como en el templo, su sancta Santorum, el lugar que representa todo lo que es, en todo lo que cree, la raíz divina de su fundamento El altar de la patria, en nuestro país, es el Sancta Sanctorum de la nacionalidad dominicana de donde se desprende y emana la fuerza de lo que somos.
Es desde allí, incluso, donde comienzan los kilómetros de todo el territorio nacional, el kilómetro cero, donde además reposan los restos de los dadores de vida de la nacionalidad dominicana. Aquellos quienes postularon lo que debíamos ser y atendiendo las coordenadas históricas de dónde venimos, decidieron romper con el régimen haitiano impuesto por las armas en una cruenta invasión a este lado de la isla. Invasión seguidas por otras, pues ocurre que los haitianos han sido los únicos invasores, los dominicanos nunca hemos invadido a Haití.
El domingo recién pasado una turba de nacionales haitianos, apoyados por las quinta columnas de dominicanos de ese origen y de otros que viven de las ONG de donde reciben sus fondos que aparte de apostar por la desintegración de la nación dominicana, incurren, también, en actos de corrupción pues no pueden justificar la totalidad de lo recibido, ni el desvío a donde van a parar muchos de esos recursos. Que usan regalando jugueticos y cosas insustanciales con la idea fija de que sigan necesitando, en carestías, en miseria, así ellos seguirán recibiendo sus honorarios seguro. ( En todos los años funcionando, ninguna de esas ong ha resuelto ningún problema fundamental en Haití, ni construido NADA ni mucho menos ha sacado a los haitianos de sus carencias vivenciales) Llegar al Altar de la Patria fue llegar al mismo corazón de la nación, lo difícil de creer es que nada haya pasado, como no pasa nada cuando otros países sacan y deportan los nacionales haitianos, justamente el departamento de estado de los Estados Unidos, acaba de rescindir el TPS de más de cincuenta mil haitianos y, nadie protesta,!porque los EU respeta su condición de nación, no así, con los llamados a proteger la nuestra la que perdemos a pasos agigantados.
Lastima ver en lo que han convertida la otrora orgullosa República Dominicana, mucho antes de que políticos busca pesos se entronizarán en el poder olvidando el compromiso con la nación, de la que pseudo dominicanos amancebados con haitianos, de los que viven y, un pueblo obnubilado con ron, bachata y den bow olvidara el orgullo de ser dominicano, me lastima saber que los de la próxima generación no serán dominicanos y que los que están en el poder, haciéndose poderosos con una corrupción galopante, se irán a Miami, Colorado, New York o Europa, eso si, andarán como apátridas, pero con el dinero robado de un pueblo al que dejarán huérfano, sin bandera y sin conciencia dominados y sojuzgado por la hez de las naciones, me explicó: Haití, la Colonia más rica del pasado, después de convertirse en Estado, «imperio» demolió todo negocio plantación , ingenios, etc perteneciente a blancos y mulatos ( son el grupo racista más beligerante de Latinoamérica) incluso a otros grupos de negros que no fueran de la región del grupo dominante.
Arrasaron con blancos y mulatos y desde su fundación han sido un estado paria, viviendo de donaciones, siendo un peso gravitacional de pena, con lo que sobreviven, sobre todo después de acabar con sus bosques y su naturaleza, con una clase dominante que conoce cómo manipular el del mundo. No han sido capaces, siendo el primer país » libre» de América de crear condiciones de desarrollo que estimulen a su gente a tener la oportunidad de sobrevivir. Es esa noche tenebrosa lo que le espera a la sociedad dominicana, que desaparecerá, sin lugar a dudas, bajo la mirada de indiferencia de la mayoría, de la traicion de algunos y de la falta de Responsabilidad de los que gobiernan con falta grave de hombría aguda.
Ya están dadas las condiciones para la noche de los cuchillos largos, rodarán cabezas y la bandera dominicana será un trapo de cocina más o la cortina silenciosa de una letrina de campo como hemos visto en algunos lugares, ya se acercan los días, ya la suerte está echada. Por eso mi consejo a los últimos que puedan salir: olvídense de cerrar la puerta……. ya están dentro.
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