Por Omar Ureña
Siempre habrá historias dignas para contar y esta es una de ellas, una esposa, madre, hija y compañera de estudios se reparte y cumple a cabalidad sus funciones de una joven ejemplar.
Anny Placencia de Medrano de 27 años de edad oriunda de San José de Ocoa, emigró junto a su esposo Andrés Medrano de 32 años, a Santiago de los Caballeros, donde procrearon cuatro niños, Emmanuel con 7, Esther con 6, Isaac de 5 y el benjamín del hogar Ezequiel Medrano Placencia con dos añitos.
Con notas sobresalientes sobre los 96.00 puntos porcentuales la destacada estudiante cursa la carrera de Educación Básica en la Universidad Evangélica de la ciudad corazón y en tres semanas cumplirá su sueño de ser una gran profesional.
Nos cuentan personas cercanas a esta bonita familia que Medrano, los martes de 7 de la mañana a seis de la tarde, los jueves de cuatro a siete de la noche, y los sábados de una a seis de la tarde por cuatro años consecutivos ha sido papá y mamá en esos horarios, porque se queda cuidando el nido de amor formado con Placencia.
En estos tiempos de violencia de género, de hombres machistas, de tantos feminicidios hay un mensaje para descifrar en esas parejas, donde los celos y la incomprensión terminan en muerte.
El espíritu de la mujer debe primar el deseo de superación, sin excusas, sin justificación; en el del hombre la comprensión hacia su consorte de vida, una compañera que quiere aportar al hogar, económica, espiritual y emocionalmente, pero para eso se necesita un despojo total de esa mentalidad machista que nos ha inculcado la sociedad.
En hora buena y que el esfuerzo y sacrificio de dos que son una sola carne, nos sirva a ambos géneros para una reflexión de pareja, acerca de nuestros enfoques para el futuro. Felicitar a la protagonista que nos mueve a escribir y desearle los mejores parabienes junto a los demás miembros de esta honorable familia.
¡Felicidades!
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