SANTO DOMINGO-Valle Nuevo produce agua potable para el consumo de Santo Domingo y Santiago de los Caballeros, a través de los dos acueductos más grandes del territorio nacional (Valdesia – Santo Domingo y Cibao Central), además de sostener el sistema de presas más importante que tiene la República Dominicana para producir energía y sostener la agricultura que en estos momentos se aproxima a garantizar la autosuficiencia alimentaria del país.
En tal sentido, la Academia de Ciencias de la República Dominicana se siente sumamente preocupada por la denuncia que hace el Consejo Ambiental de Constanza, quienes han constatado que continúa la depredación en Valle Nuevo, Los Bermúdez, Cruz de Cuaba y otros sectores de las zonas productoras de agua de Constanza, a pesar de los esfuerzos recientes del Ministerio de Medio Ambiente por el rescate de estas nacientes acuíferas vitales para la vida y el desarrollo de la nación dominicana.
Esta denuncia que aparece destacada en la prensa dominicana y que es ponderada en el Editorial del Periódico Hoy de este día, tiene que causar preocupación en la Sociedad Dominicana porque el daño que se le está causando a la Cordillera Central, es un verdadero atentado a la Seguridad Hídrica Nacional, muy especialmente a las cuencas hidrográficas de los ríos Yuna, Nizao, Yaque del Sur y finalmente al Yaque del Norte, que son las cuatro fuentes de agua más importantes del país.
La Academia de Ciencias llama la atención del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que no bajen la guardia en el rescate y revalorización del parque nacional Valle Nuevo y a corregir de inmediato cualquier anomalía que allí esté ocurriendo allí en estos momentos. Los ojos del país están sobre las autoridades ambientales, pues después de los esfuerzos realizados, resulta desmoralizador saber que todo esto esté ocurriendo en el área núcleo de un área protegida inserta en el mismo centro de la Cordillera Central, la «Madre de las Aguas».
La Comisión de Ciencias Naturales de esta Academia estará vigilante ante todo lo que siga ocurriendo en Valle Nuevo y en todo el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, con miras a promover y apoyar todos los esfuerzos oficiales orientados a garantizar la integridad de los enclaves y riquezas naturales presentes en el territorio nacional, muy especialmente, las zonas productoras de agua.
¡No más actividades agropecuarias en Valle Nuevo, ni en las cuencas hídricas de alta montaña!. La producción de alimentos es para las llanuras y zonas bajas con pendientes suaves. Tireo, Cruz de Cuaba, La Culata, Los Bermúdez y Josafá, son las zonas hídricas más importantes del país y su misión es producir agua y nadie está autorizado a perturbar estas nacientes y acuíferos que bañan los cuatro puntos cardinales de la geografía dominicana.
Estamos contestes de que el desalojo de la agricultura insostenible y los asentamientos humanos perjudiciales en Valle Nuevo, debe ser asumido con la seriedad que amerita una medida de protección ambiental tan importante como esa.
Nuestra Academia apoya los esfuerzos del Consejo Ambiental de Constanza y sus planteamientos, cuando afirman: «Aquí está la Madre de las Aguas, por lo tanto el presidente tiene que poner toda su energía característica para asegurar el bienestar de todos los habitantes de la isla y garantizar buen hábitat a los nacionales y extranjeros que nos visitan»; y como ellos creemos necesario una repuesta contundente en torno a la conservación de los bosques y la mejora de la calidad de vida de los habitantes de las montañas.
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