Roma, (EFE). – La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) necesita recaudar 1,8 millones de dólares en el marco de los planes de respuesta humanitaria para ayudar a 43 millones de personas a producir sus propios alimentos y salvar sus vidas, pues el hambre aguda sigue aumentando en todo el mundo.
Las necesidades humanitarias fueron «inaceptablemente elevadas» este año, cuando 258 millones de personas o una de cada 33, de 58 países y territorios sufrieron hambre aguda provocada por conflictos armados, crisis económicas, fenómenos climáticos extremos, pobreza y desigualdad, explicó hoy la FAO.
Al mismo tiempo, los presupuestos de ayuda humanitaria comenzaron a reducirse, dejando a millones de personas sin asistencia, mientras «se pasa por alto en gran medida la ayuda agrícola de emergencia».
Por término medio, «dos tercios de las personas que sufren inseguridad alimentaria aguda dependen de la agricultura para su supervivencia», indicó el organismo de la ONU en un comunicado.
«En contextos humanitarios, las intervenciones agrícolas de emergencia que permiten a las personas producir sus propios alimentos, a menudo combinadas con la distribución directa de alimentos y las transferencias de efectivo, pueden ser la forma más eficaz de satisfacer las necesidades humanitarias críticas y, al mismo tiempo, maximizar el impacto de cada dólar proporcionado», añadió.
Sin embargo, sólo el 4% del total de los fondos humanitarios destinados a los sectores alimentarios se destina a la asistencia agrícola de emergencia, mientras las crisis alimentarias seguirán dominando las perspectivas mundiales para 2024.
«Se prevén nuevas restricciones de financiación, mientras que los fenómenos meteorológicos extremos provocados por la crisis climática y El Niño interactúan con conflictos nuevos e intensivos y con la inestabilidad económica, lo que empuja a más personas a pasar hambre», indicó la FAO.
A finales de noviembre, la FAO había asistido a más de 30 millones de personas afectadas por crisis alimentarias en 2023, a pesar de los recortes de fondos.
Su apoyo de emergencia, con un costo de solo 598 millones de dólares, a la producción de cultivos y hortalizas permitió a 23 millones de personas en 29 países cultivar sus propios alimentos y satisfacer las necesidades de cereales de sus familias durante un promedio de 11 meses, explicó.
«En conjunto, las cosechas y hortalizas producidas tuvieron un valor de 2. 750 millones de dólares. Esto representa un rendimiento medio de las inversiones de 6 dólares por cada dólar proporcionado a la FAO», se añade en la nota.
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