La empresa lituana llamada CHAZZ lanzó unas papas fritas con sabor a «vagina», revolucionando así el mercado de las papitas de bolsa.
Las papitas solo pueden ser consumidas por mayores de 18 años, dice la especificación que tiene en su envoltura.
No es la primera vez que esta compañía lanza un producto con sabores extravagantes. CHAZZ ha ofrecido al mercado sabores como mejillones, vino blanco o cóctel Bloody Mary, pero la estrella de todos es el «sabor a vagina», llamando así mayor atención de los compradores.
«Todo el departamento de marketing se tomó muy en serio la tarea, apoyándose en experiencias propias y de conocidos que habían experimentado el gusto de intentar reproducirlo», comentó uno de los responsables de la compañía.
Para llevar a cabo el producto realizaron una multitudinaria encuesta por Internet preguntando a la gente a qué les recuerda el sabor de la vagina, posteriormente realizaron una breve investigación científica y al final dieron con la receta del gusto que juntaba multitud de sabores.
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