Por: Asdrovel Tejeda
Corría el año 1990 y en un encuentro con el Dr. José Francisco Peña Gomez en casa de un amigo común en Fort Lee New Jersey él hablaba de la importancia de la participación política dominicana en los Estados Unidos, así como la importancia de abordar la ciudadanía Estadounidense, no sólo por los espacios posibles que se abrirían a la diáspora, pero también a la ayuda en todos los órdenes que podríamos procurar para el país.
Yo venía de ganar, como algunos pocos dominicanos, las elecciones de la Action Community Board en el distrito 10 de Brooklyn en el 1988 y creía entender al Dr.
Más luego, en el 1993 nos volvimos a juntar, está vez en su casa, pues la organización de la que era el presidente, la Federación de Organizaciones Dominicanas ( FADO) sometió un pre- proyecto de ley sobre la retención de la ciudadanía dominicana y andábamos buscando apoyo con legisladores dominicanos de los diferentes partidos representados en el congreso. Esta vez me dijo, con su voz de barítono en escena : – «Lo seguiste eh, esa es la idea y puedes tener la seguridad que el partido lo apoyara sin reserva» . Es así que en la reforma constitucional del año siguiente el PRD los llevó hasta lograr que la DOBLE ciudadanía fuera una realidad absoluta, de ahí para acá, muchas cosas cambiaron motorizando la diáspora, logrando tener desde concejales, asambleístas,alcaldes, un representante federal y muchos funcionarios menores, pero no menos importantes, como comisionados, directores, etc. Por eso, la visión de ese cíclope político dominicano estaba treinta años adelantado al discurrir de todos.
Muchos políticos dominicanos vienen a buscar ayuda a las diferentes ciudades, sobre todo a donde residen muchos de sus connacionales y compueblanos a sabiendas que de la impronta política que se desarrolle se recibirá la ayuda con más o menos rapidez.
He visto en estos días recientes unas discusiones, un malestar, unos insultos y algunos ditarambos que creó y opinó que no deben primar como puntos antagónicos en nuestra diferencias, primero, porque el que insulta, con el insulto, refleja no sólo sus escasos límites pero también una falta total de respeto a la fuente y sus lectores, como desconocimiento total a la entrega comunitaria del que quizás no sabemos lo que ha hecho, Por nosotros no haber hecho nada en favor de la comunidad que reclamamos defender; para disentir, no hay que ofender pues esa ofensa se devuelve en contra de nuestros argumentos. Harris Castillo, no sólo ha trabajado, trabaja! En favor y en pro de los Ocoeños, me consta como le consta a todos lo que le han visto y sentido el peso de su trabajo comunitario,! podemos o no estar de acuerdo con el, pero, no dejar de reconocerle su valía como profesional y ser humano consono con sus derechos.
Por otra parte, aceptar como bueno y valido las peticiones que para ayuda comunitaria hacen nuestras autoridades y como en el caso que se discute, agradecer de buena fe las atribuciones que se hacen para asistir en un asunto tan sensible como el de los bomberos, donde no sólo se hermanaron Paterson, con la ayuda indispensable del senador de todos, sino como también, de la Alcaldía de Ocoa y su incumbente en una demostración palpable de que juntos más fácil podemos y más lejos llegamos. Del senador, quien demostró, como demuestra entrega humana en su condición de político con sentido de la realidad, poco que decir, pues sus hechos hablan por el en cada una de sus acciones y lo hacen en voz alta y fuerte en una madeja cotidiana de sentido de pertenencia, de ser, de querer.
En lo único que no estoy de acuerdo, en todo lo debatido, en la entrega y en el trabajo para hacerla es el desproporcionado letrero con el nombre del senador en un vehículo de emergencia por dos motivos fundamentales 1- es ilegal de acuerdo a reglamentos de la Unión Nacional de bomberos ( UNABOM ) que permite un letrero pequeño con el nombre del donador pero, ni letreros políticos, ni que ocupen los espacios obligados de la institución, por lo que no es prudente ni normativo tenerlo y 2- el Senador no necesita que su nombre ande, ni esté en parte alguna con carácter de reconocimiento, él sabe que está donde debe, en el corazón de su gente y en la historia que cuando se escriba, como se escribe, sonreirá con gestos de Alegría.
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