Por: Rafael Aguasvivas
En estos días de celebración de la semana del maestro, lo lógico es ver regocijado al Maestro, por la entrega de un año más de logros alcanzados fruto del trabajo tesonero. Un maestro después de agotar, más de 30 años de su vida, con excelentes resultados, reconocidos por todo un Pueblo, merece respeto, consideración y distinción.
Recientemente, encontré la profesora Marilyn en una actividad y con mucha preocupación, me dijo, es lamentable en lo que se ha convertido la educación en nuestro pueblo.
A seguida le pregunté, todavía estas en la escuela de la Clavellina.? Me dijo, que aún tenía mucho que dar, entonces le prometí una visita a los fines de coordinar acciones importantes que contribuyan a alejar los jóvenes de los malos hábitos.
Cuando vi la declaración de Marilyn Soto, de que la habían cancelado, realmente me sorprendí, púes, se trata de una maestra consagrada, que ha dedicado, toda una vida dando lo mejor de sí, para lograr alcanzar en el sector la Clavellina, un ambiente de tranquilidad en las familias.
La maestra Marilyn, en su sector, siempre se caracterizado como una promotora de las actividades deportivas y culturales fuera de los muros de la escuela, condición que le ha permitido convertirse, en una docente social cualidad indispensable de un verdadero maestro. Recuerdo a Marilyn, una maestra que, ocupando la función de directora, participaba de manera protagónica, en todas las luchas organizada por la ADP.
El pueblo de Ocoa, no puede permitir, que un trabajo realizado con tanta dignidad, de una profesora ejemplar sea mancillado sin ninguna justificación.
La ADP tiene que tomar el caso en sus manos y evitar que situaciones como esta no se repitan. Al momento de escribir este documento no tengo los elementos claros de la motivación, de quién ejecutó la decisión de dejar fuera de servicio a una maestra ejemplar. Espero que las autoridades educativas competente puedan resarcir el grave error cometido con la profesora. ‘Exhorto a los maestros de la provincia exigir respeto a la dignidad del maestro. » De usted su compañero, de siempre. Rafael Aguasvivas.
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