El presidente Luis Abinader y su equipo económico auspician una tendencia hacia la Fiduciarizacion (neologismo económico) y la llamada alianza público-privada de la economía dominicana. Estos son dos ejes fundamentales de la descentralización, el libre mercado o no intervención directa del estado en la economía: una nueva modalidad del neoliberalismo keynesiano, promovido por el FMI y los organismos económicos del polo occidental.
Hemos observado que históricamente el monopolio estatal que heredó el estado dominicano del dictador Leónidas Trujillo (más de treinta empresas), quebraron, en su mayoría, debido al manejo ineficiente o a la corrupción de los funcionarios nombrados en CORDE (Corporación Dominicana De Empresas Estatales)para dirigir esas empresas; pero, algunos con el interés de comprarlas a precios de vacas muertas.
Sin embargo, el proceso de reforma del estado y privatización de dichas empresas estatales (CORDE), iniciado en el gobierno del Dr. Leonel Fernández (1996), continuado en el de Hipólito Mejía y en el de Danilo Medina, fue traumático, aleccionador.
Ahora entramos a la era de las fiduciarias-fideicomisos y la alianza pública-privada, una modalidad más avanzada, desde el punto de vista del gran capital.
El presidente Luis Abinader y su gabinete económico son los auspiciadores de esta nueva política económica publica (que en otros países ha sido exitosa), la cual se inicio con: el fideicomiso para la operación del Peaje Sombra de la carretera Santo Domingo Samana que arrojara «unos dos mil millones de dólares de beneficios para nuestro país» (L. Abinader) y el fideicomiso de el nuevo polo turístico de Pedernales, entre otros.
Ahora el gobierno anuncio que la Planta Punta Catalina pasa a un fideicomiso que, según el Ing. Ramón Alburquerque » es una privatización», pero el gobierno no revela quienes son los fiduciarios reales privados y cuáles son sus aportes o como se va a beneficiar el estado dominicano de ese fideicomiso.
Por otra parte, el economista Jaime Aristy Escuder expresó con esta nueva operación o transacción se confirma que el valor de la Planta Punta Catalina es de unos dos mil cuatrocientos millones de dólares y que ninguna fiduciaria va operar mejor esa planta que como en su gestión.
Pero, debemos esperar porque estamos en el inicio de la era de los fideicomisos, las alianzas publico-privadas, los fondos de inversión que, en fin, son promovidos por la oligarquía financiera y el gran capital en el gobierno de Luis Abinader a través de Lisandro Macatrulla-Familia Vicini (los más ricos del país) y el CONEP (representados en el gabinete económico: Jochi Vicente, Ceara Hatton etc.), pero, debemos esperar los resultados.
Indiscutiblemente, debemos estar vigilando la nueva política de la Fiduciarizacion para impedir lo siguiente:
Por ejemplo: que el estado construya (con fondos del presupuesto nacional) una nueva planta eléctrica, un metro etc. y que luego se lo pasen a empresarios privados a través de un fideicomiso sin estos haber invertido un solo centavo, pero recibiendo cuantiosos beneficios…debe haber una alianza público-privada, mediante una inversión de capitales mixtos (estado-empresarios), asumiendo todos los riesgos de inversión de parte y parte para que esto no sea un fiasco o un embudo (como las ARS, AFP), «lo ancho pa´ ellos y lo estrecho pa´ uno «, como dice un argot popular. O sea, evitar que el estado dominicano construya las obras para después entregárselas a los fiduciarios de los fideicomisos... ¿pero, como es posible?
Y al pan, pan, y al vino, vino…
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