Es importante resaltar la importancia de la evolución histórica de los signos y de los símbolos (significante-significado) y los estilos propios en los poemas de las poetisas. El desdoblamiento en la revelación de contenidos desinhibidos de la timidez impuestos por la cultura machista y el culteranismo oficial le dan una característica a la nueva poesía de vanguardia.
Las poetisas, en la actualidad, son capaces de expresar lo que no expresaban (otras) antes en sus poemas: Salome Ureña, Gabriela Mistral etc. Estas escribieron poemas de contenidos patrióticos, educativos, principalmente, pero la mescolanza del erotismo y de temas de bioética: el aborto, las violaciones, violencia de género, las relaciones intimas etc. no abundan en generaciones de poetisas anteriores (clásicas, modernistas…).
Los poetas malditos (Baudelaire, Verlaine, Rumbadu…) rompieron con los significados éticos tradicionales en la poesía y fueron condenados y censurados por la crítica de su época y hasta fueron sometidos a la justicia por supuestos » contenidos vulgares, promiscuos» ( a Byron, en Inglaterra, y Baudelaire , en Francia, los condenaron a prisión ). Las poetisas de esa época (siglo XIX) no se atrevían a abordar ni siquiera someramente los temas de los poetas malditos.
La poetisa norteamericana Emily Dikinson le abrió el camino – en pleno siglo 20- a las poetisas con temas más íntimos y desgarradores o con expresiones que revelaban sus preferencias lésbicas.
En nuestro país, » la ultima mariposa», Aida Cartagena Portalatín se rebeló contra el ostracismo poético tradicional en la época contemporánea.
Actualmente existe una expresión poética colectiva de poetisas inmigrantes en los Estados Unidos que podríamos denominarla el nuevo boom poético de la urbe, que se desata en poemas de compromiso social y de cierto erotismo figurado que rompe los esquemas del machismo poético: es el caso de la poetisa dominicana (Ocoeña) Elsa Batista.
El erotismo figurado de Elsa Batista es sublime, sutil y mantiene el nivel del lenguaje no vulgar:
“Adelantándose en pupilas cerradas
Se instalo taciturno en rincones estrepitosos
Donde faltaban espacios
Para nombrar silencios
Confundió mis ojos con faroles
Encendió las sombras
Me secuestro los dedos
Para inventar gritos, lamentos
Y alguna risa que de vez en cuando
Atisbaba insegura
Desde las esquinas donde solo
Crecían los misterios
Tomo mis pies, camino seguro
Sobre los abismos
Creando huella
Asegurándome el regreso hacia el asombro
Trajo el mar
Lo instalo bajo mis sabanas
Bailo en mis caderas
Milongas y boleros
En un minuto
Se volvió tálamo
Volví a ser arcilla de temblores
Se marcho sigiloso
Con sus versos tocando
Flautas y violines
Dejándome despierta
Soñando de nuevo
Mi regreso
Hacia el silencio » (E.B.)
La inspiración poética, esa «fuerza vital» (Porteando), esa «Catarsis» (Aristóteles) es revelación intima de la poetisa Elsa Batista, pero con un lenguaje figurado a través de las metáforas que les marcan su propio estilo.
Elsa Batista, en próximos días, pondrá en circulación un libro de poemas en San José de Ocoa para reiterar, sin dudas, que la poesía ni las poetisas están en extinción... Felicidades!!
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