Por: Silvia Van der Linde
San José de Ocoa está constituida, fundamentalmente, por pequeños valles intramontanos y La Ciénaga es uno de ellos. He tenido la oportunidad de visitar la comunidad temprano en las mañanas, en los meses más frescos del año, por asuntos de trabajo y no resisto la tentación de detenerme a contemplar la neblina, niebla poco espesa y baja, que cubre el paisaje, imprimiéndole un efecto fantástico.
La villa de la Ciénaga, administrativamente, forma parte del Distrito Municipal del mismo nombre, el cual está constituido por varios parajes y las secciones de los Anones y el Rosalito. Localizada al este del municipio cabecera a 9 kilómetros. Se llega del sócalo de San José de Ocoa en unos 20 minutos, despacio, en vehículo motorizado, por una vía asfaltada, en buenas condiciones.
Su nombre se debe a que predominaban en la zona los terrenos cenagosos, encharcados o humedales. Los humedales se dan en los lugares donde la capa freática se halla en o cerca de la superficie de la tierra o donde la tierra está cubierta de agua poco profunda. Los humedales reportan ingentes beneficios económicos: abastecimiento de agua, pesca, agricultura, gracias al mantenimiento de las capas freáticas y a la retención de nutrientes en las llanuras inundables…Desafortunadamente los humedales siguen figurando entre los ecosistemas más amenazados de la Tierra, sobre todo a causa de su continua desecación, conversión y contaminación, así como la explotación excesiva de sus recursos. No ha valido declarar el 2 de febrero Día Mundial de los Humedales. La Ciénaga no es una excepción, de esos cenagales encontrados por sus primeros pobladores: Los Rivera, Ramos, Pichardo, Cuello, Tejeda, Uribe entre otros, procedentes de Azua y Baní, a mediados del SXIX, según documentos suministrados gentilmente por Carlos Presinal, Director del Liceo de la comunidad, queda muy poco, fueron desecados para la práctica de la agricultura, actividad productiva principal de la demarcación, hasta la fecha. Desde hace alrededor de una década, se han instalado algunos invernaderos o agricultura bajo ambiente controlado.
Entre los atractivos naturales y socioculturales de la Ciénaga tenemos su agradable clima, lo que pervive de la vegetación natural constituida por palmas reales y palmas canas, propias del bosque húmedo subtropical y a lo lejos sus montañas cubiertas de pinos de cuaba, sus paisajes, su parque urbano, el cual se levantó en el 1994, obra del arquitecto Danerys Sánchez. Cuyo diseño aprovecha la topografía del terreno con un resultado muy acogedor. Suelo disfrutar de este, algunas tardes de domingo, deseando conserve el ambiente familiar que hasta el momento lo caracteriza. La belleza de sus flores, que engalanan el ambiente con sus coloridas tonalidades. Sus cuervos palmeros o Corvus Palmarum, son asiduos visitantes del parque, deleitándonos con su singular alboroto e inteligencia.
En la ciénaga hay algunos bares, entre los que sobresale el de la familia Presinal el cual celebraba concurridas fiestas, antes de la pandemia, con grupos musicales entre ellos, los perico ripiao, “se trata de un tipo de merengue y al mismo tiempo un conjunto musical formado por tres o cuatro músicos cuyos instrumentos son güira, tambora y acordeón. La güira es una rascadora de metal de origen Taino, mientras que la tambora es un instrumento de raíces africanas. Sumado al acordeón europeo, el grupo de perico ripiao simboliza la fusión de las tres culturas que forman la República Dominicana de hoy”, contribuyendo de este modo, al mantenimiento de esta variación de la música típica e incentivar el gusto de los jóvenes por la misma. La fritura de Galán, la cual expende este plato con buena acogida entre muchos dominicanos y ocoeños, acudiendo de otras comunidades a degustar la misma.
Ojalá algunos nativos y foráneos se motiven a invertir en la comunidad, con buen potencial para el desarrollo del ecoturismo. El paraje del Arenazo es ideal por su tranquilidad, hermosas viviendas de estilo popular, con lindos jardines, muy adecuadas para el turismo comunitario, mediante el cual la población local busca mejorar su situación socioeconómica y conservar los recursos naturales de su territorio, a través del contacto establecido entre la comunidad local y el turista.
La Ciénaga, además, está en el camino y cerca de los proyectos ecoturísticos en pujante desarrollo al este del municipio cabecera, Rancho La Vereda, Villa Tatón, Villa Los Pinos, Villa Ángeles, Arawakos Adventure Time y Coroar Villas Resort, por consiguiente, los que deseen pernoctar pueden disfrutar de estas exclusivas instalaciones, cada una de ellas con sus atractivos y ofertas particulares. Por otra parte, existen diversos destinos para realizar excursiones interesantes y divertidas, tomando la Ciénaga como punto de partida. Reserva de Manaclas del parque Padre Luís Quinn, Las grutas de Los Anones, Arroyo Jigüey, Palo de Caja, la presa de Jigüey y sus inmediaciones, el zipline o línea de silbido de Coroar, entre otros.
La vía sinuosa de tierra que comunica la Ciénaga con las Auyamas de Nizao es ideal, por su belleza panorámica, para los amantes del senderismo, el ciclismo de montaña, las cabalgatas y recorridos en four wheel, motocicletas o vehículo de doble tracción, Al finalizar el recorrido espera un fresco chapuzón en el rio Nizao, degustar los bombones criollos, no me los pierdo cuando estoy en la zona y un recorrido por las Auyamas, otra de las comunidades pintoresca de la provincia.
¡Visita la Ciénaga y disfruta sus múltiples encantos y posibilidades!
silviavanderlinde3@hotmail.com
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