Por Ramón Mercedes
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NUEVA YORK.- El brazo de la policía neoyorkina alcanzó a 737 kilómetros de distancia al afroamericano Daniel Moore, de 48 años, quien se refugió en Clinton, Carolina del Norte, después de asesinar en Brooklyn al bodeguero dominicano Rafael Pujols, de 49 años, en enero de 2015.
El asesino llevó durante 880 días una vida normal en dicha ciudad, hasta que fue denunciado a través de «Crime Stoppers», un sistema creado en 1988 para dar pistas a la Policía sobre posibles sospechosos de crímenes.
La uniformada lo arrestó bajo cargos de disparar a Pujols en la bodega Las Vegas Deli Grocery de la avenida Howard, en el vecindario Bedford-Stuyvesant, en Brooklyn.
El dominicano recibió un balazo en el estómago al negarse a abrir la caja para darle el dinero al criminal, muriendo horas después en el hospital, dejando en la orfandad tres hijos, además tenía 14 hermanos.
El día del incidente (domingo) al bodeguero no le tocaba trabajar y lo hizo para cubrirle el turno a un compañero que se encontraba aquejado de salud, dijo su hermano Ángel.
Moore ahora enfrenta cargos por asesinato, robo y posesión de armas.
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