El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, tiene una función de importancia mayúscula. Su transversalidad la convierte en una dependencia estatal, con potestad para regular las actividades de las áreas que tengan algo que ver con el medioambiente. Es decir, prácticamente todas.
Se rige por la ley 64-00 o Ley General Sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales. Este importante instrumento legal, tiene dos artículos que deben ser de especial interés para todo el que quiera realizar proyectos de cualquier índole.
El artículo No. 40 manifiesta lo siguiente: «Todo proyecto, obra de infraestructura, industria, o cualquier otra actividad que por sus características pueda afectar, de una u otra manera, el medio ambiente y los recursos naturales, deberá obtener de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, previo a su ejecución, el permiso ambiental o la licencia ambiental, según la magnitud de los efectos que pueda causar».
Lo de Secretaría cambió a Ministerio con el decreto No. 56-10.
El que le sigue, el artículo 41, manifiesta cuales son “los proyectos o actividades que requieren la presentación de una evaluación de impacto ambiental”. La lista es amplia y abarcadora y no deja espacio para las dudas.
Por eso es necesario que todo emprendedor o proyectista, trate de familiarizarse con la ley o que consiga un buen asesor en materia de regulaciones medioambientales, para evitar futuros inconvenientes.
Esa misma ley en su artículo 16, presenta las definiciones del Estudio de Impacto Ambiental, la Evaluación de Impacto Ambiental Estratégica y la Evaluación de Impacto Ambiental, junto a otros cuarenta y siete conceptos de importante dominio para su comprensión.
En el pasado reciente vi con incredulidad, como se paralizaron proyectos multimillonarios, ya en ejecución, por la falta o defecto en el sustento legal en materia medioambiental. Recuerdo el caso de un complejo hotelero que, después de una inversión millonaria, resultó violatorio a esta importante ley. En Ocoa también, podríamos encontrar algún ejemplo reciente.
La dependencia provincial del Ministerio de Medio Ambiente queda cerca, es fácil llegar. Ese viajecito y el hecho de reconocer la autoridad de sus miembros para evaluar y regularizar, evitará futuras amarguras. De nada vale asumir posiciones desafiantes o escurridizas, si tarde o temprano llegará el momento de recibir la visita de la autoridad.
Sigan el consejo, emprendedores.
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