… todo lo visto en el artículo anterior nos abre espacio a crear estrategias coordinadas que permitan el desarrollo de un turismo “nómada”, sin obligar a nadie a comprar paquetes completos.
Un turismo que permita al visitante a decidir como dirigir sus vacaciones, opciones que en el actual modelo no se ofrece.
Creo que los paquetes son buenos para quienes los quieren, pero y esos trabajadores clase media que han ahorrado solo para visitar la tierra de Juan Luis Guerra y su Ojalá que llueva Café; o esas chicas que sueñan con venir a Ojo de Agua a la casa de la Familia Mirabal Enrique.
Que tal chinos y japoneses en busca de visitar la San Pedro de Macorís por referencia de Sammy Sosa, y de paso ir a Bayahibe comprar a su antojo el pescado frito y caer hacerse fotos en Altos de Chavo terreno de grandes conciertos e históricos momentos.
La pandemia nos ha puesto a prueba.
Ha colocado al ser humano a reinventarse e inventar, dejando solo posibilidad a los creativos.
La creatividad en la oferta turística no tiene que sacar lo que se ha tenido, pero tiene la necesidad de redirigir a un turismo en libertad de decisión de quienes nos visitan a pernotar y consumir según sus deseos.
El paquete en definitiva tiene y debe ser Republica Dominicana; ¿Quieres un Resort?
Tienes Resort.
¿Quieres un paquete de todo incluido?
Tienes el paquete todo incluido.
¿Quieres venir a el día a día, el lugar en lugar?
Esa oferta no existe como tal.
Crear las condiciones de seguridad ciudadana son claves y fundamentales para tener la confianza de salir a la calle de los nuestros y los que vienen de otros rincones del mundo.
Los hostales, hoteles e instalaciones turísticas de alto nivel en San José de Ocoa ofrecen la satisfacción básica de necesidades en las exigencias de quienes nos visiten; así mismo el permitir un gasto en día a día elevaría el circulante particular del dólar en la población, mientras define si hace motocrós hacia las Pirámides, caballos en la zona de Taton, turismo fotográfico y agrícola en Rancho Arriba o sencillamente comprende el nacimiento de San José de Ocoa como la expresión máxima de amor en libertad (Andrés Pimentel, Ana Tejeda) y la búsqueda de libertad humana y ciudadana recibiendo a los negros cimarrones.
A Noruega, Alemania y Rusia deben saber que tenemos las montañas suficientes para escalar y las condiciones territoriales mínimas para hacerlo de hobbies o realización de competencias. No encontraran hielo, pero si un clima que les permitirá el sabor latino sin quitar el grado de frialdad que requieren para no olvidar regreso a casa.
Nómadas en la libertad de un turismo que impulsa el circulante.
Si hay seguridad ciudadana, higiene en la ciudad y una definición clara de lo que paisajística, estructural e históricamente queremos vender entonces tanto el turismo nómada como el turismo por paquete tienen garantizada la venta de espacios y camas.
Al final los dólares circularan aquí; de modo diferente pero igual de efectivo en la presente situación.
Somos nómadas.
Soy nómada en el sentido turístico.
En Santiago, en viaje deportivo visitamos cada rincón y espacio histórico y de la ciudad corazón. Cada chico compro, comió y se hospedo en un hotel mientras se jugaba.
Fui a Filadelfia y desde la campana de la Independencia hasta donde se proclamo el grito independentista fue visualizado y visitado por mí.
Pero no estoy hablando de mí, estoy escribiendo sobre lo que interesa al ser humano y como ese interés se convierte en la capitalización económica de comunidades, provincias, país… Países.
En todo el mundo hay personas que solo quieren ir de forma libre.
Somos débiles en esa oferta.
La oferta turística de San José de Ocoa es inmensa.
Ahora es asunto de ser nómadas en libertad.
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