No hay causas indefendibles y menos en la política dominicana, donde toda verdad tiene un color, a veces un precio y cambia de acera con el viento.
No soy amigo de J.J., no lo he tratado pero como ocoeño veo con preocupación el circo que se ha montado en relación a sus posturas en cuanto a la distribución de empleos en su provincia de San José de Ocoa. Me preocupo, porque afecta el avance de nuestro pueblo y nuestra gente ya que fomenta la división de la familia ocoeña.
Juan José Encarnación Soto, desde la formación de la comisión de empleo en la provincia, ha hecho suya la bandera de defensa de los miembros del Partido Revolucionario Moderno, ya que según él, no están siendo tomados en cuenta para los puestos de trabajo que les fueron prometidos en campaña, y por el contrario están nombrando miembros del PLD, siempre según el dirigente perremeístas.
En sus arremetidas contra la comisión de empleo, ha mencionado a la distinguida profesional y extraordinario ser humano Oliva de Peralta, quien puede y merece ser defendida a capa y espada desde su posición de ciudadana, pero cuya gestión aun no es evaluable por el poco tiempo, a pesar de las bondades que se quieran esgrimir desde la disco light de las redes. También ha mencionado Juan José al joven profesional Jared Méndez, por ser este uno de los nombramientos que se han empujado desde la comisión.
Ha fallado Encarnación Soto cuando hace alusión a la orientación sexual del Doctor Méndez, y nosotros condenamos esa alusión, pero quienes están abusando de esa condición personal, son los que se han amparado en ella para ocultar la posible verdad de lo que ha dicho Juan José Encarnación. La gran mayoría de los comentarios al respecto, solo hablan del aspecto referente al doctor Méndez.
Jared Méndez no necesita defensa, sus meritos lo preceden y hablan más fuerte que el bochinche de los medios, medios que lo despedazarán igual que a la gobernadora, cuando la zafra electoral regrese. Pero el Doctor Jared no es meritorio por venir de una familia meritoria, lo es por sí mismo, porque se ha procurado crecimiento personal que no se logra sin esfuerzo, otro aspecto en el que el exhibicionismo debe cuidarse para no caer en descalificaciones, pues la familia Encarnación y la familia Soto, no es menos meritoria que la familia Méndez.
Ojo con lo que leen para luego opinar, pues hay lectores que en la “a” ven un símbolo sin saber lo que representa. La familia Méndez es una familia meritoria. Especial afecto, respeto y admiración guardo por el profesor Gilberto Méndez, y por mis venas sentimentales corre a torrentes Lin Méndez, quiero significar que de familias meritorias está preñada la provincia.
El objeto de la posición de J.J., no es Jared, tal vez en alguna medida lo sea Oliva y no por ella en su persona, sino por ser la esposa del distinguido dirigente y empresario Manuel Peralta, que representa la corriente de Hipólito Mejía en la provincia, la verdadera causa de todo este escarceo.
A lo interno del PRM, hay una lucha entre el PPH y la gente de Luis Abinader. Esa lucha será encarnizada cuando se avecine el proceso electoral y la gente de Luis Abinader en todo el país, sabe que si la gente de Hipólito es la que se nombra en los puestos, esos serán los candidatos más probables.
Los seguidores de Luis se están quedando fuera y J.J., como viejo zorro lo ha interpretado.
Pero hay otro aspecto importante que se quiere ocultar amplificando el sonido de la confusión. Un alto dirigente del PPH en Ocoa, dijo que hubo acuerdos con peledeístas antes de las elecciones. ¿Cuál es el alcance de esos acuerdos. Fue con los dirigentes locales del Danilismo o fueron directamente con el hoy ex presidente?
Ante esas declaraciones se puede llegar a varias conclusiones, como por ejemplo que dirigentes de Ocoa traicionaran al danilismo haciendo acuerdos con el PRM; o que la improbable victoria de Luís en primera vuelta fuera fruto de un acuerdo con Danilo a cambio de impunidad. La lucha contra la corrupción no convence todavía, aunque no han muerto las esperanzas.
Esto último no es descabellado, ni lo primero tampoco. Las traiciones políticas en Ocoa son recurrentes, y los amores entre Hipólito y Danilo, han sido parte de la crónica política rosa, desde la convención fraudulenta que despojó a Miguel Vargas de la candidatura presidencial del PRD.
El circo montado utilizando a Jared y a la Magistrada como carne de cañón, es una bola de humo, ellos están por encima de lo que pueda decir J.J. o cualquiera en materia de capacidad y honorabilidad. La verdad es más profunda pero se quiere ocultar. Reside en las traiciones y una lucha interna que se espera encarnizada.
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