Tradicionalmente, hablar de la provincia de San José de Ocoa fue sinónimo de respeto, bellas montañas y cordialidad, sin embargo, y en especial en medio del toque de queda, es común escuchar que como los negocios de bebidas han estado cerrados en horarios nocturno, la gente utiliza sus casas como espacios de recreación, realizando continuos juntes sin respetar el distanciamiento social, horarios de toque de queda o tener la mínima prudencia respecto a sus vecinos, sin importar fallecimientos ni enfermedades. En este sentido, se ha disparado el ruido que antes se concentraba en los centros de diversión como se establece en el 5to considerando de la Ley 287-04.
Una brevísima investigación arroja denuncias desde todos los puntos de la provincia: Sabana Larga, Pueblo Abajo, los alrededores de la cancha de Pueblo Arriba, vehículos con música sin ningún control, la calle Altagracia esquina Imbert, la 27 abajo, la Calle Santiago Guerrero (por donde Miguelín Espinal), la Manuel de Regla Pujols esquina Manuel H. Cabral, el barrio San Rafael y el San Antonio, son solo puntos de esta ciudad donde según llamadas a www.Ocoaenred.com, se han recibidos denuncias. Los vecinos simplemente están desamparados, literalmente descansando cuando el otro quiera. Pues, simplemente no hay horarios ni condiciones que se respeten al momento de colocar música o hacer un coro. En violación de la estabilidad de bienestar establecido en la constitución dominicana.
Llamar a la policía (organismo rector según la Ley 287-04, art. 4), aunque se entiende la sobrecarga de trabajo que estos enfrentan hace meses, es una tarea imposible. No importa si es por ruido, peleas o daños a la propiedad, son contadas las ocasiones en que se asume el llamado. Mientras tanto, una parte de la población espera altas horas de la noche para poder conciliar el sueño y levantarse temprano a trabajar, parece Ocoa una provincia huérfana, sin autoridades y donde se puede conciliar la paz. Mientras tanto, no existen alternativas, solo le resta a la población: mudarse o aguantar callado.
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